La ciudad de Barcelona, a orillas del mar Mediterráneo, a unos 120 km al sur de la cadena montañosa de los Pirineos y de la frontera con Francia, está recurriendo a la provisión de agua por barcos para satisfacer la demanda en medio de la peor sequía sufrida en esta ciudad en años.
Barcelona recibió la semana pasada su primer envío de agua de beber por buque, como parte de un plan de emergencia sin precedentes para enfrentar la sequía. Un buque tanque procedente de la cercana Tarragona, con una carga de 23 millones de litros de agua, es el primero que llega para ayudar a aliviar la creciente escasez en uno de los principales destinos turísticos de España, la cual ya ha ocasionado estrictamente la prohibición del uso de mangueras de riego y el cierre de muchas fuentes.
Se esperan recibir otros cargamentos de agua, procedentes de la ciudad francesa de Marsella y en agosto, de una planta de desalinización en Almería, sobre la costa sur del país. En total, serán 66 envíos por vía marítima mensuales durante el verano, que significan alrededor del 6 por ciento de las necesidades de agua de la región, a un costo de 21 millones de euros mensuales. También están previstos envíos adicionales por tren desde otras partes de España.
Plan de emergencia
Otra medida de emergencia que adoptará el gobierno regional de Cataluña para prevenir el agotamiento del agua de beber en la región del noreste de España incluye el desvío de la boca del río Ebro. Esto ha causado enojo en la región de Aragón, enfrentando a vecinos entre sí, en lo que la prensa española ha dado en llamar 'la guerra del agua'.
Algunos críticos de las medidas, como el conglomerado comercial líder de la región, dijeron que estos embarques dañarían la imagen externa de Cataluña, sin llegar a aliviar el problema de manera permanente. 'Traer un buque lleno de agua debería ser el último recurso', afirmó Miguel Ángel Fraile, presidente de a Federación Catalana de Comercio, que tildó de alarmista la medida. 'Es la expresión del completo fracaso del gobierno, que ni Barcelona ni Cataluña merecen'. Fraile explicó que el cargamento ingresado proveería agua para 180 mil personas por un día, cuando el problema afecta a unos 1,595,110 habitantes. Barcelona es la segunda ciudad española más poblada y la décima de la Unión Europea.
La región de Cataluña sobre el Mediterráneo ha estado enfrentando la primavera más seca desde que comenzaran los registros, hace 60 años. Algunas lluvias recientes han ayudado un poco, llevando los reservorios a un 27 por ciento de su capacidad, frente al 19 que tenían un mes atrás. Los pronósticos de lluvias para esta semana han hecho crecer la esperanza de que se conjure el desastre que enfrenta la agricultura de la región.
Turismo afectado
Los hoteleros de Barcelona dijeron que todavía existe un riesgo de tener que enfrentar restricciones de agua durante el pico de la temporada. Aunque los embarques puedan dañar la imagen de Barcelona en el exterior, para Jordi Clos, presidente de la Unión Hotelera de Barcelona, 'es el menor de todos los males, y se puede manejar'. Sería mucho peor para los hoteles quedarse sin agua, agregó.
España en su conjunto está enfrentando la peor sequía en décadas, en un tiempo en que la demanda de agua ha aumentado significativamente. La población creció de 40 a 45 millones desde el año 2000 a causa de la inmigración, y millones de nuevas casas, piscinas y

Destino Barcelona es una ciudad que anualmente recibe la visita de miles de turistas extranjeros por su potencial turístico.
El País Vasco ha tenido que vaciar parte de sus reservorios para evitar sus desbordes. Apenas asumido el poder en 2004, José Luis Rodríguez Zapatero desactivó un plan maestro elaborado por José María Aznar para desviar permanentemente agua del río Ebro, en el norte, hacia regiones secas como Valencia, Alicante, Murcia y Almería.
Aprovechan gota a gota el agua
Los 19 millones de litros de agua procedentes de Tarragona llegaron el martes a los hogares del área metropolitana de Barcelona y han sido consumidos en sólo unos minutos.
El buque Sichem Defender atracó el martes en el muelle de la Energía del puerto de Barcelona con un cargamento de 19 hectómetros cúbicos de agua potable.
Han sido necesarias más de 24 horas para que los recursos hídricos se introdujeran en la red de abastecimiento. La descarga de agua ha durado unas 17 horas. A ello hay que sumar las cerca de ocho horas que el líquido ha tardado en recorrer los kilómetros que separan el puerto de los depósitos de Aguas de Barcelona de Cornellà de Llobregat. Tras ello se han llevado a cabo los pertinentes controles sanitarios.
Seis buques que realizarán estas tres rutas efectuarán 189 viajes en tres meses, una operación que costará 53 millones de euros.
El presidente catalán José Montilla anunció que se está estudiando la posibilidad de mantener algunas restricciones en el consumo de agua potable y no perjudicar a los pobladores.
Sépalo
Proyectos
El pasado 18 de abril, el gobierno español aprobó la prolongación de una tubería que lleva agua del río Ebro a Tarragona como respuesta 'temporal' a la 'situación de emergencia' que suponía la sequía para Barcelona, iniciativa que puso en pie de guerra a varias regiones españolas.
Afectados
El desasosiego por la sequía ha llegado a los hogares catalanes: el 42.9% de los ciudadanos señalan la falta de agua como su preocupación principal, muy por encima de cualquier otro factor, según el barómetro de mayo que presentó ayer el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat.
Fenómeno
Los árboles han sido las grandes víctimas del temporal de lluvia y viento en Cataluña. Cayeron la friolera de 262 en el conjunto de Cataluña, algo nunca visto.
La zona más afectada, con gran diferencia, fue la de Tarragona, donde el viento tumbó 176 árboles, la mayoría en zonas urbanas.
Decreto
El Gobierno catalán se reunió la semana pasada para acallar las protestas por el aumento de los pantanos que permitirían llenar piscinas y regar en cualquier parte.

Terreno La tierra está agrietándose por la falta de lluvia en la región de Cataluña.
Números
3.7 por ciento
Crecieron las reservas en los pantanos por las lluvias del miércoles, dijo el ministro de Medio Ambiente, Francesc Baltasar.
110 litros de agua
Usa un barcelonés medio al día, una cifra muy por debajo de un ciudadano de Madrid, que gasta 140 litros de agua.