Un asno que le arrancó la nariz a un campesino de un mordisco, cuando éste le impidió aparearse con una burra en una población del norte de Colombia, enfrenta la posibilidad de que se le decrete la pena de muerte, informaron ayer a medios locales.
“Lo tengo en el patio de la finca pero si toca sacrificarlo... pues tocará”, dijo ayer Rafael Flores, dueño del animal, ante el pedido de familiares de su amigo Carlos Polo, de 48 años, habitante del municipio de Turbana norte que lo pidió prestado para que el animal cargara agua desde un arroyo cercano.
Testimonio
Según dijo a medios locales Rosa Polo, el asno mordió a su hermano Carlos cuando éste “le impidió atender el llamado amoroso de una burra que estaba cerca de allí y, al parecer en calor”.
Ante el llamado instintivo, el asno “se encrespó” cuando el campesino le estaba cargando el agua y lo tumbó de bruces, narró la mujer.
“Cuando éste quiso incorporarse, se encontró cara a cara con las mandíbulas del animal muy alterado.
El asno no quería soltarle la nariz y tuvieron que darle una ‘palera’ golpes con palos para que lo soltara o si no, lo mata”, añadió Rosa.
Pobladores de la zona dijeron que el burro ya había mordido en dos ocasiones a pobladores pero responsabilizan del incidente al gobierno local por no haber instalado servicio de acueducto.
Dato
Carlos Polo, el hombre atacado por el asno, debe ser operado por un cirujano plástico para la reconstrucción de la nariz, expresaron fuentes médicas.