La asamblea del Partido Libertad y Refundación (Libre), celebrada el fin de semana en Siguatepeque, era una “caldera del diablo” en la que hasta se tenía “cocinado” un plan de agresión contra los disidentes que afortunadamente no llegaron, dijo ayer el diputado Esdras Amado López.
El congresista, quien hace un mes anunció su retiro del partido para formar lo que él llama una “Nueva Ruta”, aseguró que no asistió a esa reunión en su condición de subcoordinador porque no podía estar “con gente que me llama traidor”.
Afirmó que con el expresidente Manuel Zelaya no ha tenido ningún problema. Con quien ha tenido problemas es con un grupo cercano al exmandatario “que me quiere ver destruido”. “Mis detractores están dentro del mismo Libre”, afirmó.
Puso como ejemplo el caso de una diputada, a la que no identificó, “que anda diciendo que yo tengo un tumor en el cerebro, que tengo que someterme a choques eléctricos para tener lucidez. Yo tengo grabaciones de la basura que ha hablado la gente de Libre. A ellos les ha dolido el hecho de que yo no sea borrego, porque soy un hombre independiente, no soy esclavo como ellos”.