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Área destinada a reclusos peligrosos es impenetrable

  • 19 septiembre 2016 /

Ilama, Santa Bárbara, Honduras.

Jefes de bandas criminales altamente peligrosos y cabecillas de la pandilla 18 se convirtieron ayer en los primeros inquilinos de la granja penal de Ilama, Santa Bárbara.

El nuevo confinamiento se encuentra a tres kilómetros del centro de Ilama, en una franja ubicada entre la carretera a Santa Bárbara y el río Ulúa.

En los alrededores de la estructura no hay viviendas, solo montañas. El Gobierno, por medio del Instituto Nacional Penitenciario (INP), comenzó a edificar esta cárcel en 2014 y está construida en un 98%.



Melvin Zambrano, asistente de la dirección del INP, les explicó a periodistas de LA PRENSA que visitaron la nueva granja penal que “aún falta por terminar algunas cosas”.

“Este -centro penal- no es mejor que el de El Porvenir, Atlántida, pero reúne estándares internacionales de alta seguridad”, les dijo Zambrano a los periodistas durante una conversación frente al portón principal de la granja. La nueva zona penitenciaria tiene una extensión de 20 manzanas, distribuidas entre el complejo carcelario (6 manzanas) y un área para cultivos (14 manzanas), adonde los reos de menor riesgo laborarán en trabajos agrícolas.

Foto: La Prensa

Las autoridades penitenciarias prohíben el estacionamiento de carros en los alrededores del nuevo presidio.
La cárcel vista desde lejos tiene aspecto de complejo industrial y está compuesta por tres zonas de reclusión: baja, media y alta peligrosidad.

En cada una de las cuatro esquinas tiene una torre de vigilancia, adonde, además de guardas penitenciarios habrá cámaras controladas desde una sala de monitoreo interno.

En contraste con algunos inadecuados presidios, como el de San Pedro Sula, adonde solo un muro divide a la población de reclusos de las vías públicas, la granja de Ilama es impenetrable: cinco portones separan la zona para reos peligrosos de la carretera. Las celdas solo son para un recluso y cuentan con lo básico: una litera, sanitario y lavamanos.

Foto: La Prensa

La cárcel vista desde lejos tiene aspecto de complejo industrial y está compuesta por tres zonas de reclusión: baja, media y alta peligrosidad.
Restricciones

Los reos más peligrosos no tendrán visitas, ni accesos a teléfonos fijos y móviles y solamente saldrán una hora al día para recibir los rayos del sol.

“Estarán completamente aislados, evitando que continúen agrediendo a la sociedad”, dijo el presidente Juan Orlando Hernández.

Cuesta $25 millones

Julián Pacheco, secretario de Seguridad, le manifestó a LA PRENSA que “este centro penal tiene características especiales para reos especiales”.

“Es un centro penal para dos mil privados de libertad. Lo ideal sería que tuviera menos, pero la realidad es que todos los días capturamos gente”, dijo Pacheco.

Para reducir los riesgos y descongestionar los presidios del país, el Gobierno comenzó a construir, junto con el de Morocelí, El Paraíso, la cárcel de Ilama con una inversión que supera los $25 millones.

Foto: La Prensa

Está en un predio de 20 manzanas, en seis está el complejo carcelario y 14 son para que reos en rehabilitación trabajen en labores agrícolas.
Orle Solís, comisionado y presidente del Mecanismo Nacional de Prevención contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (MNP-Conaprev), considera que la apertura de nuevas cárceles “es un avance” porque “el sistema penal está colapsado a raíz de las nuevas leyes”. Solís argumentó que “los fiscales, policías y jueces envían directamente al presidio a los acusados y no les dan medidas sustitutivas desde que modificaron el artículo 184 del Código Procesal Penal”.

El Conaprev le ha recomendado al INP que los presidios no deben albergar a más de mil privados de libertad. ”.

Inquietos

La construcción de la granja penal ha suscitado dudas y desconfianza entre los habitantes de Ilama por el traslado de reos de alto riesgo y la potencial llegada de personas sospechosas cercanas a ellos.

Ilama es un municipio que basa su economía en la producción de café y pimienta gorda y es relativamente pacífico. En lo que va de 2016 ha reportado tres homicidios.

Foto: La Prensa

Los 37 jefes de bandas criminales y cabecillas de la pandilla 18 están completamente aislados y desde ayer que llegaron son vigilados férreamente por los guardias penitenciarios.
Agustín Muñoz, alcalde de Ilama, estima que “es natural la preocupación de los habitantes porque esto es desconocido para ellos; pero el temor desaparecerá porque esta granja penal reúne condiciones de alta seguridad”.

“Con la habilitación de este centro penal se fortalece la seguridad en el país. El presidente Juan Orlando Hernández está abordando este problema en toda su dimensión y las alcaldías lo estamos apoyando”, dijo.

Muñoz es del criterio que la existencia de ese centro penal le inyectará dinamismo a la economía local porque los visitantes demandarán alimentación, alojamiento y otros servicios.

En la nueva cárcel trabajan varias decenas de guardas penitenciarios, elementos de la Policía Militar y miembros del INP. Desde ayer, estos elementos policiales incrementaron el control sobre transeúntes y automóviles que circulan por el área.

A ninguno le permiten estacionarse en alrededores, tampoco tomar fotos.

Foto: La Prensa