Honduras
Acceso con registro
El 57% de los hondureños preferiría realizar pagos digitales y el 70% considera más seguro transitar por las calles sin dinero efectivo, según el informe Más allá del dinero en efectivo: La revolución de los pagos digitales en América Latina y el Caribe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Este estudio, publicado el 29 de septiembre 2025, revela una disposición creciente hacia la digitalización financiera en Honduras y todos los países de América Latina, impulsada por la comodidad y la percepción de mayor protección que ofrecen estas herramientas en un contexto de inseguridad cotidiana.
Los pagos digitales abarcan transacciones electrónicas como transferencias por aplicaciones, billeteras móviles y tarjetas sin contacto, las cuales se distinguen del efectivo por su inmediatez, trazabilidad y menor exposición a riesgos como el robo.
A diferencia de los billetes físicos, los lempiras y dólares, que requieren manejo manual y generan vulnerabilidades en entornos urbanos, estos métodos integran tecnologías como códigos QR o NFC (Near Field Communication, Comunicación de Campo Cercano) que facilitan operaciones seguras y registran datos que promueven la inclusión en sistemas financieros más amplios.
La preferencia del 57% de los adultos sobre pagos digitales posiciona a Honduras por encima del porcentaje de República Dominicana, Uruguay, Argentina, Guatemala, El Salvador, Paraguay y México, según datos de Latinobarómetro 2023, citados en el informe del BID.
“El aumento de la adopción de los medios de pago digitales concuerda con una marcada preferencia por estos productos en América Latina y el Caribe. En 16 de los 17 países incluidos en las encuestas del estudio Latinobarómetro 2023, al menos el 50% de los entrevistados afirmó que prefería realizar los pagos de manera digital en lugar de con dinero en efectivo cuando era posible”, plantea el estudio.
El informe destaca que esta disposición no siempre se traduce en uso dominante en todos los países. En el caso de Honduras, barreras como la cobertura limitada en zonas rurales y la brecha digital restringen la adopción plena. Esta desventaja deja un potencial sin explotar que podría acelerarse con incentivos gubernamentales y mayor alfabetización tecnológica.
A principios de 2025, 7.19 millones de hondureños utilizaban internet, con una penetración en línea del 65,8%; entre enero de 2024 y enero de 2025, el porcentaje de la población total que utilizaba internet disminuyó tres puntos, de acuerdo con informes de la firma londinense We Are Social.
Estas circunstancias desfavorables permiten que solo un 10% de los hondureños aproximadamente realice todos los pagos de manera digital, según el informe del BID que considera los datos de 2023.
Honduras y la región centroamericana enfrentan desafíos comunes, como la interoperabilidad entre plataformas, que frena el intercambio transfronterizo. Sin embargo, países como Costa Rica, con un 55% de preferencia, demuestran que políticas de subsidios a infraestructura digital pueden elevar la adopción en un 15% anual, un modelo que Honduras podría replicar para cerrar la brecha rural, donde solo menos del 25% accede a servicios digitales.
Al concluir 2024, la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) identificó 425,870 billeteras electrónicas en el mercado nacional: 60.1% (255,917) pertenecía a mujeres, el 39.9% (169,901) a hombres y 52 billeteras a personas jurídicas. El año anterior, esa institución gubernamental observó una reducción del 10% de estos medios electrónicos.
Desde el punto de vista legal en Honduras, una billetera electrónica consiste en un registro transaccional en la base de datos de la Institución no Bancaria de Dinero Electrónico (Indel), de las Instituciones del Sistema Financiero (Ifi)o las Cooperativas de Ahorro y Crédito (Cac) que permite a sus usuarios realizar pagos en línea, pagos sin contacto transferencias de fondos, consultas, entre otros, con dinero electrónico, mediante el uso de dispositivos electrónicos, magnéticos, digitales o móviles (incluidas las tarjetas prepagadas o recargables).
En el Reporte de Brecha de Género en el Sistema Financiero Hondureño 2025, la CNBS explica que la reducción vista en 2024 obedece a varias razones, como la falta de confianza en la seguridad y fiabilidad de las billeteras electrónicas a raíz de los incidentes de fraude o problemas técnicos; la competencia con otros métodos de pagos digitales y tradicionales (como tarjetas de débito y crédito); la falta de educación y alfabetización digital entre ciertos segmentos de la población; la falta de infraestructura adecuada en áreas rurales, como acceso a internet y dispositivos móviles; y la preferencia cultural por el uso de efectivo en transacciones diarias.
A diciembre del 2024, la CNBS cuantificó un saldo guardado en las billeteras electrónicas activas (con plena identificación de usuarios) de L72.7 millones, inferior en 2% al de 2023: L74.2 millones). El 57% del saldo ( L41.5 millones) pertenecía a mujeres y el 43% a hombres.
Ese mismo año, según la CNBS, las entidades que ofrecen esos servicios registraron transacciones que totalizaron L9,142.2 millones. Las mujeres transaron el 66% del dinero (L6,011.4 millones) y los hombres el 34% (L3,129.3 millones). Hubo una caídade 22%, respecto a 2023.