San Pedro Sula, Honduras.
El clamor de padres con hijos autistas y con otros retos especiales, quienes plantearon la necesidad de dar oportunidades de estudios adecuados a sus pequeños y que evidenció LA PRENSA, fueron escuchados por la Secretaría de Educación.
La junta directiva de padres de familia del centro inclusivo San Juan Bosco exigió la apertura de primer grado para los niños que habían culminado su educación preescolar en ese centro educativo.
Gracias a eso, ahora son 17 los niños que pueden continuar con sus estudios.
“Tenemos siete niños con necesidades especiales y 10 que no tienen problemas. La educación para estos niños es gratuita; además de estudiantes con autismo y otra condición, tenemos alumnos no videntes que reciben clases de braille y otros que tienen terapias personalizadas, incluso, los sábados”, expresó Mirna Liseth Palma, maestra de educación especial. A los niños de aprendizaje normal se les imparten las clases básicas del grado y para los otros se hacen modificaciones curriculares y la enseñanza se adapta a ellos dependiendo de la necesidad que presenten.
“Además, se les enseña a socializar, habían niños que no se dejaban ni tocar y ahora con pocos días de clases ya son sociables y se puede trabajar con ellos y se involucran en las actividades de sus compañeros”, indicó Palma.
Necesidades
La promesa de la Secretaría de Educación es que el próximo año estos niños abran segundo grado y posteriormente tercero, pero todavía hay necesidades por resolver.
Actualmente, los niños están en un aula prestada por el Instituto Vocacional de Arte y gracias a las gestiones de LA PRENSA, ahora tendrán dos salones de clases.
“Nos hicieron el contacto con Mario Kafati, quien lidera la misión internacional Voces de Amor, inicialmente hablamos de construir un aula pero su corazón es tan grande que nos ofreció los materiales para que tengamos dos y el próximo año podamos tener segundo grado sin problemas, no tenemos palabras para agradecerle al señor Kafati y a LA PRENSA lo que están haciendo por nuestros hijos”, expresó Evelin Jiménez, representante de la asociación de padres de familia.
Jiménez, añadió que todavía hacen falta recursos para equipar los salones, que se espera que estén listos en menos de un mes.
“Los pupitres nos los dio la Secretaría, pero todavía ocupamos pizarras, material didáctico, aire acondicionado y las cosas necesarias para crear un rincón de lectura donde nuestros niños puedan poner en práctica lo que van aprendiendo”.
La idea es que con ayuda de organizaciones, fundaciones o personas que puedan ayudar se cree un centro especializado para la educación de niños con necesidades especiales. Estos niños son recibidos en otros centros, pero no se les da el seguimiento necesario ni el tipo de educación especializada que necesitan.
El clamor de padres con hijos autistas y con otros retos especiales, quienes plantearon la necesidad de dar oportunidades de estudios adecuados a sus pequeños y que evidenció LA PRENSA, fueron escuchados por la Secretaría de Educación.
La junta directiva de padres de familia del centro inclusivo San Juan Bosco exigió la apertura de primer grado para los niños que habían culminado su educación preescolar en ese centro educativo.
Gracias a eso, ahora son 17 los niños que pueden continuar con sus estudios.
“Tenemos siete niños con necesidades especiales y 10 que no tienen problemas. La educación para estos niños es gratuita; además de estudiantes con autismo y otra condición, tenemos alumnos no videntes que reciben clases de braille y otros que tienen terapias personalizadas, incluso, los sábados”, expresó Mirna Liseth Palma, maestra de educación especial. A los niños de aprendizaje normal se les imparten las clases básicas del grado y para los otros se hacen modificaciones curriculares y la enseñanza se adapta a ellos dependiendo de la necesidad que presenten.
“Además, se les enseña a socializar, habían niños que no se dejaban ni tocar y ahora con pocos días de clases ya son sociables y se puede trabajar con ellos y se involucran en las actividades de sus compañeros”, indicó Palma.
 Esta niña no vidente recibe atención especializada por una de sus
maestras.
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La promesa de la Secretaría de Educación es que el próximo año estos niños abran segundo grado y posteriormente tercero, pero todavía hay necesidades por resolver.
Actualmente, los niños están en un aula prestada por el Instituto Vocacional de Arte y gracias a las gestiones de LA PRENSA, ahora tendrán dos salones de clases.
“Nos hicieron el contacto con Mario Kafati, quien lidera la misión internacional Voces de Amor, inicialmente hablamos de construir un aula pero su corazón es tan grande que nos ofreció los materiales para que tengamos dos y el próximo año podamos tener segundo grado sin problemas, no tenemos palabras para agradecerle al señor Kafati y a LA PRENSA lo que están haciendo por nuestros hijos”, expresó Evelin Jiménez, representante de la asociación de padres de familia.
Jiménez, añadió que todavía hacen falta recursos para equipar los salones, que se espera que estén listos en menos de un mes.
“Los pupitres nos los dio la Secretaría, pero todavía ocupamos pizarras, material didáctico, aire acondicionado y las cosas necesarias para crear un rincón de lectura donde nuestros niños puedan poner en práctica lo que van aprendiendo”.
La idea es que con ayuda de organizaciones, fundaciones o personas que puedan ayudar se cree un centro especializado para la educación de niños con necesidades especiales. Estos niños son recibidos en otros centros, pero no se les da el seguimiento necesario ni el tipo de educación especializada que necesitan.
