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Se repite la historia del 'Bananagate”

  • 13 abril 2009 /

El escándalo por sobornos a funcionarios hondureños por una telefónica norteamericana ha hecho recordar el la destitución por escándalo del presidente Oswaldo López Arellano en 1975.

    El escándalo por los cuantiosos sobornos entregados a funcionarios hondureños por una telefónica norteamericana ha hecho recordar a los hondureños uno de los casos más grandes de corrupción de este país, el 'Bananagate'. Aquél y el de hoy tienen una enorme similitud.

    El escándalo del banano fue tan impactante que acabó quitándole el poder al entonces jefe de Estado, general Oswaldo López Arellano. La historia registra que, en 1974, las empresas bananeras, particularmente la Standard Fruit Company, pusieron a prueba su poder. El 18 de abril, el gobierno hondureño emitió el Decreto No. 112 que elevaba el impuesto por caja de 40 libras de banano exportada de Honduras. Este impuesto equivalía a 50 centavos de dólar por cada caja exportada.

    La reacción de la Standard no se hizo esperar: en lo interno procedió a reducir sus exportaciones y a destruir 100 mil cajas de banano por semana. En lo externo, movilizó a los más altos ejecutivos de la subsidiaria de la Standard con el propósito de persuadir al gobernante y dejar sin efecto la medida o al menos reducir este impuesto, que fue lo que ocurrió. En 1979 alcanzó la cantidad de un lempira por cada caja exportada.

    Soborno bananero

    La Bolsa del Gobierno de EUA acusó formalmente a la United Brands de no informarle sobre el acuerdo alcanzado con Honduras en cuanto al pago de un soborno de 2.5 millones de dólares a cambio de rebajar el impuesto sobre la exportación de bananos. El periódico Wall Street Journal dio la información e informó que se le había entregado un millón 250 mil dólares a un alto funcionario del gobierno hondureño por medio de una cuenta bancaria en Suiza.

    El presidente de la United Brands era investigado por su presunto suicidio y se le denomina el responsable de efectuar el soborno.

    El jefe de Estado, Oswaldo López Arellano, nombró una comisión investigadora para determinar la falsedad o la veracidad de la denuncia. La comisión indirectamente acusó a López Arellano, diciendo que todos los funcionarios, menos él, habían entregado el material requerido para la investigación.

    Al día siguiente, López Arellano fue destituido de su cargo como jefe de Estado. Las Fuerzas Armadas dieron una explicación escrita para justificar la medida y declarar jefe de Estado al general Juan Alberto Melgar Castro.

    A principios de 1975, la comisión dio un informe sobre la investigación en el que declara culpable al ministro de Economía del general López Arellano, Abraham Bennaton Ramos, y dejó serias dudas sobre López Arellano. Bennaton fue recluido en la Penitenciaria Central y quedó libre luego de pagar 1,650 lempiras de fianza.

    Dumas: 'Es un delito de dos, el que pagó y al que le pagaron'

    San Pedro Sula. 'Quién será más de culpar aunque cualquiera mal haga: ¿la que peca por la paga, o el que paga por pecar?', cita la famosa frase de sor Juan Inés de la Cruz el abogado y ex ministro de Defensa, Edgardo Dumas Rodríguez, al analizar la seria denuncia de corrupción revelada en Estados Unidos que involucra a altos funcionarios de Honduras. 'En Estados Unidos se reveló en una corte que esa suma de dinero se pagó. Hay delito, un delito que se cometió y para cometer ese delito se necesitan dos personas: el que paga y al que le pagan', indicó Dumas.

    Para él, lo correcto es revelar los nombres de quiénes se les pagó la millonaria suma en Hondutel para hacer favores a la empresa norteamericana. 'En el tiempo de López Arellano se nombró una comisión para investigar', recordó Dumas el caso del 'Bananagate'.

    Al contrario de lo que hace la administración de Zelaya, que envió a una comitiva a contratar a un bufete en EUA para demandar por difamación al ex subsecretario de Estado de EUA, Otto Reich, que dijo a El Nuevo Herald que Zelaya podría salir salpicado en el escándalo.