27/03/2024
12:53 AM

La construcción inicia hoy la reactivación inteligente

Más de 250,000 empleados volverán a sus trabajos este mes.El Aeropuerto Internacional de Palmerola comienza el proceso tomando la temperatura a los empleados.

SAN PEDRO SULA.

Más de 250,000 empleados de la construcción que se encontraban confinados, como todos los hondureños, comenzarán a salir paulatinamente desde este día para reactivar los proyectos que desde hace dos meses se encontraban en un punto muerto a causa del toque de queda.

Ingenieros, arquitectos, albañiles, ayudantes y otros trabajadores tienen la autorización del Gobierno para volver a sus trabajos con la condición de que deberán cumplir con las nuevas reglas de bioseguridad (usar mascarilla y guardar la distancia) siempre y cuando los proyectos tengan el visto bueno de las autoridades.

La reactivación de este sector, que tiene una participación de alrededor del 8% en el producto interno bruto (PIB), será impulsada por el Aeropuerto Internacional de Palmerola en Comayagua y las empresas que desarrollan obras de infraestructura en diferentes regiones del país.

PALMEROLA

Para evitar el contagio del COVID-19, a los 460 empleados que laboran en la construcción del aeropuerto de Palmerola les practicarán cada 6 días pruebas de detección, según un comunicado emitido ayer por los inversionistas.

“Trabajaremos bajo las más estrictas medidas de bioseguridad para poder preservar la vida de las personas y también sus puestos de trabajo, gracias a los cuales tienen sustento cientos de familias de los colaboradores del proyecto (…). Estamos comprometidos con seguir contribuyendo al desarrollo de Honduras, a través de la inversión y la generación de cientos de empleos. Palmerola International Airport mantiene su confianza total en Honduras para construir una obra de primer nivel que es de beneficio para el país”, dijeron los inversionistas en el comunicado.

La construcción de la nueva terminal aérea, que será operada por el Aeropuerto Internacional de Múnich, Alemania, quedó en suspenso a mediados de marzo cuando se encontraba avanzada en un 65%, según estimaciones de los inversionistas.

ALIVIO

La reactivación de las obras es, para inversionistas y constructores, “señal positiva” y una bocanada de aire fresco para un sector que, como todos, ha estado agobiado por la inercia y presionado por las deudas contraídas con los bancos.

Gustavo Boquín, presidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), explicó que la autorización otorgada por el Gobierno “es positiva para todos, pero no significa que toda la construcción comenzará de una vez y que habrá camiones circulando por la ciudad”.

“Iniciaremos un proceso paulatino, ordenado e inteligente. Comenzarán los proyectos grandes, como el aeropuerto y las carreteras, proyectos que tienen más de 150 trabajadores, luego los que tienen más de 50 trabajadores. Esperamos en un mes estar reactivados totalmente si los casos de COVID-19 decrecen, si hay un aumento tendríamos que parar”, dijo Boquín.

Mientras algunos llegan a las obras, esta semana, empresarios y profesionales, entre ellos los agremiados al Colegio de Ingenieros Civiles, recibirán capacitaciones en línea sobre medidas de prevención en la construcción establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) les recomiendan a los actores de este sector tomar la temperatura a cada uno de los empleados que trabajan en campo y en oficinas, mantener la distancia de un metro en todo momento y utilizar mascarillas, guantes desechables y lentes protectores en caso necesario.

Roberto Cwu, un constructor con 25 años de experiencia, considera que la decisión tomada por el Gobierno es oportuna después de dos meses de mantener la economía paralizada en un intento de evitar la propagación del COVID-19.

“La construcción es uno de los engranajes que da oportunidad de empleo desde obreros pobres hasta empresarios exitosos. Con esta reactivación se beneficiarán albañiles, maestros de obra, dueños de ferreterías, bancos y otros negocios que dan muchos empleos. Después de varias semanas de estar paralizados, todos tenemos necesidad de generar recursos económicos y estar activos”, dijo.

Para que la reactivación “tenga resultados positivos”, las entidades gubernamentales que se encargarán de autorizar la reanudación de cada proyecto “deberán ser diligentes” y tendrán que autorizar el reinicio de las operaciones de otros miembros de la cadena, entre ellos, los fabricantes y suministradores de materiales.

VIVIENDAS

Quienes no están satisfechos totalmente son los desarrolladores de proyectos urbanísticos; los empresarios constructores de viviendas se sienten “aniquilados” por el confinamiento y ven “muy lejos” su reactivación dentro de la economía.

Foto: La Prensa

Los desarrolladores de viviendas deberán esperar un mes para reiniciar.
“El Gobierno nos ha tenido encerrados y con miedo. Con el encierro nos ha estado llevado a la quiebra. Está bien que piensen en reactivar la construcción, pero estamos viendo que es un proceso lento. A nosotros, los constructores de viviendas, nos están dejando para el final, para entrar hasta en un mes. No podemos seguir en este esquema de encierro, nos están matando económicamente”, dijo Leonardo Villegas, presidente de la Asociación de Urbanizaciones y Promotoras de Viviendas de Honduras (Asuprovih).

Para Villegas, el Gobierno debe en las próximas dos semanas estimular la construcción de viviendas, abrir la banca y facilitar el acceso a créditos con bajas tasas de interés a los desarrolladores.

“No solo es decir reanuden las actividades, el Gobierno debe autorizar la apertura de los bancos (necesitamos dinero para trabajar), fábricas de cemento, fabricantes de bloques, carpinteros, techeros, electricistas. Hasta ahora lo que veo es una utopía televisiva y veo que están tomando medidas erráticas en la mesa de la construcción”, criticó.

Los constructores tendrán que incluir un nuevo gasto

SAN PEDRO SULA. La instauración de medidas de bioseguridad representará para las empresas de la construcción un nuevo gasto dentro del presupuesto que superará los L300,000 en los grandes proyectos, según las estimaciones de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico).

Las empresas deberán comprar termómetros, mascarillas, guantes desechables, lentes protectores, jabón, gel, toallas y otros artículos para la higiene de los trabajadores que hasta inicios de año no eran utilizados en las obras. Las empresas de esta rama económica deberán seguir los lineamientos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuales recomiendan que todos los trabajadores deben mantener una distancia de un metro y restringir las visitas a las obras.

Los lineamientos de la OMS aclaran que el uso de mascarillas “no es mandatario en las obras”, excepto cuando un empleado padezca asma, diabetes, cáncer, hipertensión, tos, gripe o sea mayor de 60 años.