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Fiscalía confirma que tres acusados en caso Patuca III tenían nexos con Los Cachiros

  • 18 marzo 2019 /

Los mencionados son Francisco Arturo Mejía, Roberto Arturo Mejía Salgado y Waldina Lizzeth Salgado Pérez.

Tegucigalpa, Honduras

Un nuevo caso de corrupción se conoció este lunes cuando la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Maccih presentaron requerimiento fiscal contra 10 personas vinculadas al caso de corrupción Patuca III, de ellas tres estaban vinculados con Los Cachiros, según el Ministerio Público.

La nueva línea de investigación implica delitos de fraude, abuso de autoridad, violación de los deberes de los funcionarios y soborno doméstico.

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Entre los mencionados por la fiscalía están Francisco Arturo Mejía, Roberto Arturo Mejía Salgado y Waldina Lizzeth Salgado Pérez.

A continuación el comunicado del Ministerio Público

En el caso presentado este día por el Ministerio Publico - MACCIH a través de la UFECIC, en torno al caso Patuca III, la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), llevaron a cabo la Operación Apolo en marzo del año 2018 contra una estructura criminal acusada de lavar activos y ser testaferros de la familia Rivera Madariaga (Los Cachiros), esta operación dejó como resultado el aseguramiento de 84 bienes, 31 vehículos y 16 empresas mercantiles.

Según las investigaciones que dieron como resultado requerimientos fiscales, los señores mencionados hoy por la UFECIC - MACCIH en el nuevo caso de corrupción, Francisco Arturo Mejía, Roberto Arturo Mejía Salgado y Waldina Lizzeth Salgado Pérez, fueron acusados por el Ministerio Publico el año anterior por sus nexos con la familia Rivera Maradiaga en muchas de sus operaciones como organización criminal.

De acuerdo a las investigaciones, a estas personas los unían varias empresas y diversas transacciones vinculadas con Los Cachiros. Para en el caso de Francisco Arturo Mejía, quien es abogado y notario, era la persona que realizaba todos los trámites legales en lo referente a la constitución de empresas y compra y venta de bienes de toda la familia Rivera Maradiaga, mientras que Waldina Lizzeth Salgado y Roberto Arturo Mejía Salgado formaban parte de la estructura de varias de las empresas. Todas estas personas se encuentran actualmente prófugas de la justicia.

Los vínculos más fuertes estaban relacionados con las empresas Inversiones Rivera Maradiaga (Inrimar) y la empresa Acrópolis, esta última creada para prestar diversos tipos de servicios como diseño y construcción, ganó una millonaria licitación en el proyecto Patuca III.

Las investigaciones demostraron también que la empresa Acrópolis desarrolló varios proyectos más con la familia Rivera Maradiaga.