23/04/2024
09:43 AM

Joven con parálisis cerebral estudia y vende tortillas para ayudar a su madre

Gerson Velásquez estudia Administración de Empresas en el Intae, de San Pedro Sula.

San Pedro Sula, Cortés.

Gerson Enrique Velásquez Maradiaga es un joven que nació con malformaciones físicas y fue creciendo con dificultades para hablar, caminar y mover los brazos, actividades normales para otros.

Pese a sus limitaciones, ha sabido superar muchas barreras y salir adelante. Gerson nació en 1997 en Comayagua y ahora tiene 21 años.

Según comenta su madre Suyapa Maradiaga (45), tuvo un parto normal y todo parecía que estaba bien, hasta que a los dos meses se dio cuenta que realmente existía un problema, aquel pequeñito no movía las manos.

Para ayudar
Para colaborar con Gerson Velásquez puede llamar al teléfono de la profesora Estrella Peña, 9907-1017. Para conocer más puede escribir al correo: jerson.trigueros@laprensa.hn
Esta fue una señal de alerta que a ella junto con su esposo los hizo movilizarse donde un especialista, fue en ese momento que le dieron un diagnóstico inesperado, Gerson sufría de parálisis cerebral infantil, una condición causada por heridas a aquellas partes del cerebro que controlan la habilidad de mover los músculos y cuerpo.

Lea también: El cielo es el límite para una universitaria que tiene negocio de repostería

Lastimosamente, Gerson no fue llevado a terapia temprana, actividad que pudo ayudarle en su proceso de formación. Fue hasta un año después que comenzó a mover las manos y a medida fue pasando el tiempo, desarrolló otras partes de su cuerpo.

Foto: La Prensa

Gerson Velásquez será un administrador de empresas dentro de tres años.
Los primeros años fueron muy duros para doña Suyapa, sin tener claro el por qué, el alcance de la lesión, sin saber si su hijo andaría o hablaría, incluso si sería capaz de reconocerla.

Para Gerson, la discapacidad no es solo una lucha valiente o coraje frente a la adversidad, para él, la discapacidad es un arte y una forma ingeniosa de vivir.

Sépalo
La parálisis cerebral infantil es uno de los trastornos neurológicos que con mayor frecuencia generan discapacidad en la infancia.
Clínicamente se define por la afección de la función motora o del control postural, aunque la elevada frecuencia de complicaciones asociadas como la epilepsia o el retraso mental, contribuyen desfavorablemente sobre la evolución y el pronóstico del paciente.

Gerson también vivió episodios grises entre los gritos y el alcoholismo dentro de su casa, motivos que empujaron a que sus padres se separaran y desde entonces, él prácticamente ha sido el hombre de la casa.

Por toda la situación que estaban atravesando y ante el panorama incierto, doña Suyapa decidió trabajar con tortillas para vender y salir adelante. Con el dinero que lograba obtener, le dio el estudio primario a su querido Gerson en la Escuela Ramón Amaya Amador, situada en la colonia Miguel Ángel Pavón, lugar donde residen desde hace varios años.

Foto: La Prensa

La única entrada de dinero que tienen es lo que hacen producto de la venta de tortillas. Foto: Franklin Muñoz.
La vivienda donde viven Gerson y su familia no es propia, es una casucha con techo de lámina, con base de tablas y cuando se está adentro pareciera que se va a caer.

Sin solución
Hasta hoy no existe una cura definitiva para la parálisis cerebral infantil.
Los tratamientos solo son sintomáticos y se utilizan técnicas que reducen la rigidez de los músculos afectados por la espasticidad, pero no resuelven la falta de transmisión de los impulsos nerviosos del cerebro a los músculos afectados por la enfermedad.
Afuera de la casa es donde doña Suyapa elabora tortillas a mano, en comal y a fuego, se ha convertido por más de 15 años en una alternativa de susbsistencia en este hogar.

La bella señora se levanta todos los días a las 5:00 de la mañana, pareciera que el reloj biológico está más que adaptado, hace la limpieza de la casa y luego se dispone a preparar las 300 tortillas para vender en el día. Una vez empacadas y puestas dentro de un balde de color blanco, Gerson se alista para dirigirse a todos los pasajes de la colonia Miguel Ángel Pavón, tocando las puertas de muchos vecinos para ofrecer las tortillas.

Foto: La Prensa

Imagen de la vivienda de donde vive Gerson, junto con su madre y sus dos hermanas menores. Foto: Franklin Muñoz.
-Una historia de perseverancia-

No importa cómo esté el sol o si está lloviendo, este campeón sabe que debe salir a trabajar para poder comer ese día y así llevar el sustento a su madre y a sus dos hermanitas, a quienes también ayuda para que reciban el pan del saber en la escuela y colegio de la zona.

La jornada del muchacho termina a las 11:30 de la mañana, luego se desplaza a su casa de habitación para alistarse e ir al Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (Intae), donde cursa el primer año de carrera.

Gerson se coloca el uniforme, toma su mochila y antes de salir de la casa, le da un abrazo y un beso a su madre, quien le prepara su merienda. A su ritmo, son al menos 20 minutos los que tiene que caminar a diario, sometido al riesgo de la 33 calle, punto donde transitan muchos vehículos a veloz carrera. Tiene que estar antes de las 12:30 de la tarde en el centro educativo donde estudia Bachillerato en Administración de Empresas, allí es muy conocido y querido por sus compañeros, también sus maestros colaboran mucho para su enseñanza mientras permanece en el aula de clases.

Foto: La Prensa

Gerson estudia en la jornada vespertina del Intae, en San Pedro Sula. Foto: Franklin Muñoz.
A eso de las 6:00 de la tarde o un poco antes, Gerson sale nuevamente a vender tortillas, ya en la noche aprovecha para realizar tareas o descansar. El joven expresó que cuando se moviliza para vender, el resto de la gente lo felicita por ayudar a su madre, y que su sueño es tener una microempresa de tortillas.

'Él es todo, es quien me ayuda y doy gracias a Dios por tenerlo', expuso doña Suyapa, con una sonrisa dibujada en su rostro.

'Trabajo para salir adelante y me siento feliz, le ayudo a mis hermanas en lo que puedo y a mi mamá, quien me da todo, ella ha sido una gran madre, ella es todo para mí y la amo', manifestó Gerson, con mucho esfuerzo entre sus labios, pero con unos ojos brillantes y configurados de amor mientras se refería a su progenitora.

Foto: La Prensa

Palma declaró que admira la disciplina e intención de superación del joven Gerson Velásquez. Foto: Franklin Muñoz.

'Estamos contentos por tener muchachos como Gerson dentro de nuestra institución, ya que en muchos casos son excluidos. Estamos para apoyarlo y darle a la gente una lección que jóvenes como él pueden ser de mucho provecho', declaró Romeo Palma, subdirector del Intae.

Foto: La Prensa

La catedrática aseveró que dentro del Intae hay 18 estudiantes con discapacidad, incluyendo a Gerson. Foto: Franklin Muñoz.
Todos somos iguales y tenemos el derecho a la educación, el realizar una adaptación curricular para la discapacidad es una pieza clave. Estamos felices con Gerson, pese a que no camina muy bien, que tiene problemas con el lenguaje y con sus manos, se ha sabido acoplar y hasta es parte del equipo de fútbol de la institución', dijo Estrella Peña, orientadora del Intae.