Guillermo del Toro: un visionario que abraza la oscuridad

Su obra se distingue no solo por su estilo visual inconfundible, sino también por su gran habilidad para reflejar que el cine es una poderosa herramienta para desafiar convenciones y explorar la naturaleza humana.

Nacido como Guillermo del Toro Gómez en Guadalajara, Jalisco, el 9 de octubre de 1964, mostró desde joven un interés profundo por el cine y la literatura. Inspirado por su abuela, quien le contaba historias de monstruos y mitos mexicanos, desarrolló una fascinación por lo sobrenatural. Desde los 8 años, comenzó a experimentar con su primera cámara de 8 mm y rápidamente se adentró en la creación de criaturas, utilizando maquillaje y efectos especiales: “Siempre quise crear un universo donde pudiera jugar con mis monstruos”.

Para del Toro, los monstruos no solo son una herramienta narrativa, sino también una poderosa metáfora de la vulnerabilidad humana. En una entrevista con Vanity Fair, explicó cómo dos personajes icónicos, Pinocho y Frankenstein, le marcaron profundamente en su niñez: “Ambos tienen padres que los crean, pero no les dan las herramientas para entender el mundo, así que me identifiqué mucho. Me sentía como una anomalía en el mundo. No me sentía como un chico normal en México”.Fábulas que cruzan la frontera entre la fantasía y el terror.

Los primeros pasos de del Toro en el cine fueron como estudiante en el Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos en Guadalajara, donde se formó en efectos especiales. En 1993, estrenó su primer largometraje, ‘Cronos’, una mezcla de terror y fantasía que capturó la atención de la crítica y le valió una nominación al Premio Ariel. ‘Cronos’ introdujo a del Toro en el cine internacional, estableciendo las bases de su futura carrera. En 2001, ‘El espinazo del diablo’ consolidó su reputación como maestro del horror poético, ambientando su narrativa en la Guerra Civil Española. Esta obra incorpora elementos sobrenaturales y refleja la inocencia perdida y la crueldad de la guerra. Según afirmó del Toro a IndieWire, “el cine de terror es, en esencia, un cine de la ansiedad, y yo trato de usarlo para hablar sobre la humanidad”.

Uno de los puntos culminantes de su carrera llegó en 2006 con ‘El laberinto del fauno’, una fábula oscura que mezcla la crueldad de la posguerra española con un mundo de fantasía inquietante. Inspirada en su amor por autores como Lewis Carroll, el filme se convirtió en un referente del cine contemporáneo, ganando tres premios Óscar, incluido el de Mejor Fotografía. ‘El laberinto del fauno’ no solo es una historia de terror, sino también una reflexión profunda sobre el poder de la imaginación frente a la brutalidad.

Del Toro rindió homenaje a las novelas góticas clásicas con ‘La cumbre escarlata’ (2015), una película que combina romance gótico y elementos sobrenaturales. Ambientada en la Inglaterra del siglo XIX, la historia sigue a una joven que es visitada por el fantasma negro y desfigurado de su madre en una mansión levantada sobre tierras rojizas, que se convierte en un símbolo de la historia familiar y sus oscuros secretos. Durante el invierno, estas tierras se cubren de una espesa capa de nieve, aislando a la joven y enfatizando su vulnerabilidad en un entorno bellamente inquietante. Del Toro cuidó hasta el más mínimo detalle para que la casa fuera “una criatura viva que respira y se desmorona, llena de secretos”.

Con ‘La forma del agua’, estrenada en 2017, logró una obra maestra que combina elementos de romance y ciencia ficción. La historia de amor entre una mujer muda y una criatura anfibia no solo desafía las convenciones del género, sino que plantea preguntas sobre la humanidad y el entendimiento. Su innovadora mezcla de géneros le valió a del Toro cuatro premios Óscar en 2018, incluyendo el de mejor película y mejor director.

En 2021, volvió a adentrarse en el cine neo-noir, dirigiendo a Bradley Cooper y Cate Blanchett en ‘El callejón de las almas perdidas’, una cinta que describe como “una exploración de la ambición y la oscuridad del alma humana, donde todos los personajes son monstruos en cierto modo, lo que refleja nuestra propia lucha con la moralidad”. A pesar de ser una reinvención de un clásico de 1947, del Toro logró infundir su estilo propio, con una excelente dirección de arte que le valió la nominación al Óscar.

El mexicano debutó en Netflix con ‘El gabinete de curiosidades’ (2022), una serie de antología que explora una variedad de temáticas y estilos, siempre con la atmósfera inquietante característica de su obra, que ha sido aclamada por su innovación y por funcionar como plataforma para talentos emergentes y establecidos en el cine de terror. Uno de los proyectos más recientes de del Toro es su adaptación de ‘Pinocho’ (2022), una obra en stop-motion que le permitió regresar a la animación para reinventar el clásico cuento infantil de Carlo Collodi. En lugar de seguir la versión de Disney, del Toro se adentra en los aspectos más oscuros y filosóficos de la historia, con la Italia fascista de Mussolini como trasfondo político, haciendo que la obra resuene tanto emocional como intelectualmente, ganando el Óscar a la mejor película animada en 2023.

El próximo gran proyecto de del Toro, ‘Frankenstein’, promete llevar al público una nueva visión del clásico de Mary Shelley. El director ha adelantado que su versión explorará temas de soledad, rechazo y la búsqueda de humanidad: “Lo que estoy tratando de hacer es tomar el mito y combinar elementos de ‘Frankenstein’ y ‘La novia de Frankenstein’, sin hacer que sea solo una mitología clásica del monstruo”. La película, protagonizada por Oscar Isaac, Jacob Elordi y Mia Goth, se estrenará a finales de 2025.La belleza de lo oculto como voz de los incomprendidos.

Este sentimiento de alienación es un tema recurrente en su obra: desde ‘El espinazo del diablo’ hasta ‘La forma del agua’, sus películas están pobladas de personajes marginales que luchan por encontrar su lugar en un mundo que no los comprende. Como afirmó a The Hollywood Reporter, “Lo que yo hago, incluso en las películas más comerciales, siempre tiene tintes de rareza. Cuando estás en un set y has absorbido cien años de cine, tu primer instinto es el incorrecto. Tienes que preguntarte: ‘¿Cómo puedo hacerlo de forma diferente?’”. Uno de los rasgos que caracterizan al mexicano es su meticulosa atención al detalle. Ya sea en la creación de criaturas fantásticas o en la elaboración de las historias personales de sus protagonistas, nada queda al azar. El director escribe entre 8 y 10 páginas de biografía para cada uno de ellos, incluyendo detalles tan específicos como lo que comen, beben o escuchan. Además, a menudo le da a cada actor un secreto sobre su personaje, algo que no pueden compartir con el resto del reparto, para enriquecer su interpretación.

Cuando del Toro no está trabajando, disfruta viendo películas como todo buen amante del cine clásico. Es especialmente activo en redes durante los meses fríos, cuando su afinidad por lo macabro lo convierte en una voz clave en la conversación cultural. Del Toro ha recomendado numerosos títulos imprescindibles, desde clásicos en blanco y negro como ‘La novia de Frankenstein’ hasta éxitos modernos como ‘Avatar: El sentido del agua’ de James Cameron y ‘Crímenes del futuro’ de David Cronenberg. Un cineasta contracorriente en busca de la autenticidad. El compromiso de del Toro con su estilo único ha sido un arma de doble filo. Si bien ha ganado prestigio y reconocimiento, también ha enfrentado las dificultades de trabajar en un sistema de estudios cinematográficos que a menudo no comprende su visión. “Las cosas que hacen que una película valga la pena son las mismas que la hacen difícil de financiar”, confesó. Este desafío es algo que ha enfrentado desde ‘El laberinto del fauno’ hasta ‘Pinocho’.

En lugar de seguir tendencias o buscar éxitos asegurados, del Toro siempre ha optado por proyectos que desafíen las normas. “Como director, es tu deber exceder irresponsablemente el alcance y exceder el presupuesto”. Su compromiso con la originalidad lo ha convertido en una figura única dentro de la industria cinematográfica, un director que no solo cuenta historias, sino que desafía las convenciones y expectativas de Hollywood.Guillermo del Toro sigue siendo uno de los cineastas más originales e influyentes de nuestra era. Sus películas no solo ofrecen una experiencia visual impresionante, sino que también invitan a profundas reflexiones sobre la condición humana y el significado del amor y la aceptación. A través de sus fábulas de monstruos y romances góticos, el cineasta nos invita a mirar más allá de lo convencional, explorando las sombras de la existencia y encontrando belleza en lo extraño y lo imperfecto.