La intérprete británica afirma que más que tener una voz “perfecta” lo que aspira es a que su alma esté bien.
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Adele retomó sus shows en el hotel Caesars Palace de Las Vegas llamados ‘Weekends with Adele’, los cuales, fueron pospuestos porque la mitad de su equipo enfermó de Covid-19.
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A raíz de haber reanudado sus presentaciones, Adele confiesa que tuvo que retomar también su terapia después de algunos años que recibió atención psicológica.
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La cantante expresó sus sentimientos ante su público y les confesó que después de divorciarse decidió tomar terapia en 2019 para poder superar ese proceso.
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La intérprete británica decidió priorizar su salud mental tras la separación de su exesposo Simon Konecki, con quien procreó un hijo.
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Revela la cantante que, para transitar la separación tomaba cinco sesiones de terapia al día, sin embargo, se dio cuenta que eso derivó en que ella dejara de asumir su propia responsabilidad frente a sus actos.
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Adele se sincera con su público, por lo que dialoga y abre su corazón respecto de lo que siente al presentarse en vivo frente a la audiencia.
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La talentosa cantante de ‘Send my love’ confiesa que tiene sentimientos encontrados, pues, por un lado, le encanta hacer música y, por otro lado, le estresa y aterroriza cantar en vivo frente al público.
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Es por ello que Adele no es una artista que le guste emprender giras de gran magnitud, por lo que, prefiere presentarse en lugares más íntimo.
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“La experiencia de estar en una habitación de este tamaño, creo que podría ser un artista en vivo por el resto de mi vida”, expresó la cantante en uno de sus conciertos, de acuerdo con la revista ‘People’.