Oro, incienso, mirra, uvas... ¿a qué le suenan estas palabras? No hay duda, la Navidad está a la vuelta de la esquina, e incluso, los centros de belleza se han puesto manos a la obra para ofrecer tratamientos especiales a base de uvas y otras delicias que benefician la piel.
Y es que todos quieren estar guapos y bellas. Por eso, hay alternativas para todos los gustos. Pero, eso sí, con ingredientes de auténtico lujo.
Además, las uvas son una de las frutas que protagoniza la dieta mediterránea y sus nutrientes aportan muchos beneficios sobre la salud que, no sólo reducen el riesgo de enfermedades, sino que, embellecen la piel y funcionan como un antiarrugas natural.
Hoy en día, las uvas son utilizadas en su totalidad, desde su pulpa, hasta sus pepitas, sus hojas y su piel, para la elaboración de productos de cosmética.
Las uvas son muy ricas en polifenoles, los compuestos responsables de los beneficios del vino, que protegen la elastina y el colágeno de la piel, brindando mayor elasticidad, firmeza y suavidad a la misma. Asimismo, su gran contenido de vitaminas y minerales, entre ellos los antioxidantes, actúan junto a la pectina y los polifenoles, en contra de las temidas y rechazadas arrugas. Por otro lado, el agua que poseen las uvas hidrata la piel evitando a sequedad de la misma y así, reduce la probabilidad de que las arrugas se hagan visibles.
Estos días de fiesta si no puede darse un masaje con uvas, pues entonces disfrútelas la noche de fin de año.