09/11/2024
09:33 AM

Sueños y baile en el orfanato

San Pedro Sula. Para los alumnos del Centro Contemporáneo de Danza (CCDanza) el reto no corresponde solo a demostrar sus habilidades en la danza y el baile, sino también en la actuación.

Durante tres días, las estudiantes de este centro fundado y dirigido por Flor Alvergue, protagonizaron en el teatro José Francisco Saybe Cipotas, una obra basada en la historieta Annie, original del estadounidense Harold Gray.

En esta oportunidad las pupilas de CCDanza participaron en 22 coreografías que narran la historia de Cipota (Diana Sorto), una niña que forma parte de un grupo de niñas en la calle que son llevadas a un orfanato de la ciudad. La historia inicia a ritmo de tap en una calle de San Pedro Sula, donde ellas ven pasar su vida. Luego suena Cipota de barrio, un tema creado por el cantautor Guillermo Anderson. Y Llega la redada, con las pequeñas de maternal 2 disfrazadas de ratones.

Anhelos

La segunda escena del primer acto se desarrolla en el orfanato, donde se muestra la nueva vida de Cipota.

En esta sección las alumnas interpretaron las coreografías Nuevo hogar, Pequeñas hadas, Bienvenida, Querida niña, A ensuciar; Limpian, barren y ordenan, Entre sábanas, El tesoro, A disfrazarse, Yo también quiero, Y olé por nosotras y A bailar. Doce coreografías al ritmo de danza, tap y danza española.

En esta parte una pareja llega al orfanato para adoptar, pero no hay acuerdo entre ambos. Maricela Nolasco, integrante de Proyecto Teatral Futuro (PTF) participó en el papel de directora del orfanato. Ella y Damario Reyes se han encargado de la asesoría en actuación para que las alumnas salgan airosas de este reto.

Un cambio de vida

En el segundo acto hay una sola escena que comienza con Permiso para soñar, protagonizada por las niñas de pre primary y séptimo grado.

No importa el estatus social, todas las niñas sueñan, anhelan una vida de felicidad. El reto es convertir el mundo onírico en realidad. Entonces aparece en escena Andrea Alvergue, Karla Euceda y Myriam Vijil para protagonizar Revelaciones. Luego el grupo de danza africana contemporánea hace derroche de talento al bailar Otros mundos. Una segunda pareja llega al orfanato con deseos de adoptar. Finalmente la vida parece sonreírle a Cipota y podría llegar a ser parte de una familia.

La historia casi termina. Cipota y sexto grado participan en Sí me quiere... no me quiere. El momento de la introspección llega y Cipota pregunta Quién soy, mientras Andrea Alvergue interpreta un solo de tap. Pero el orfanato también es una familia y eso da pie a la coreografía Somos, con la participación de tap III, tap avanzado y Cipota. El final feliz llega con Sí me quieren, y Cipota es adoptada. Todo el orfanato está de fiesta. Llega la despedida con el tema de Guillermo Anderson, Cipota de Barrio.