Nada impidió que Margarita de Dinamarca, la bella reina danesa, celebrara ayer viernes sus 70 años de vida y los cerca de 1,200 amigos que llegaron a sus festejos demostraron con su presencia que la adoran.
Para conmemorar las siete décadas de vida de la monarca se organizaron tres banquetes, una gala, un desfile en carroza y cuatro exposiciones preparadas por la casa real danesa.
La noche del jueves, el Teatro Real de Copenhague se engalanó totalmente para homenajearla en la víspera de su aniversario. Y con todo, pese al éxito de convocatoria, la gala se vio parcialmente deslucida porque el cierre del espacio aéreo impidió a algunos de los invitados de honor volar al país escandinavo.
La reina brilló con un vaporoso traje verde pistacho. Lució exquisitas creaciones de brillantes, esmeraldas y rubíes. Todo para deslumbrar.
Sí lograron asistir, además de la familia real danesa al completo, las hermanas de la homenajeada, la reina Ana María de Grecia con el rey Constantino y la princesa Benedicta; la princesa Alexia, prima de los príncipes Federico y Joaquín, y los grandes duques de Luxemburgo.
La representación noruega se redujo a la princesa Mette-Marit, que viajó en coche desde Oslo. La familia real sueca optó por el tren para llegar hasta Copenhague, y lo hizo con una amplia representación: los reyes Carlos Gustavo y Silvia, la princesa Victoria con su prometido, Daniel Westling, y el príncipe Carlos Felipe.
No acudió, en cambio, la princesa Magdalena, de actualidad en los últimos días por el aplazamiento de su boda y los rumores de ruptura con su prometido, Jonas Bergström.
