El príncipe italiano Víctor Manuel de Saboya, acusado de corrupción y explotación de la prostitución y en libertad desde el pasado 18 de diciembre, considera su paso por la cárcel de Potenza como un “nubarrón”.
El hijo del último rey de Italia, de 69 años, no guarda malos recuerdos de la cárcel, según la entrevista que publica el diario helvético Le Matin Dimanche y en la cual revela que ha puesto a la venta su mansión de Ginebra.
“Nunca he dormido tan bien. Me daban muchos medicamentos y me pedían autógrafos y fotos”, dice desde su residencia suiza.
Detenido el pasado 16 de junio e internado en la cárcel de Potenza, al sur de Italia, durante casi una semana, el príncipe pasó después a arresto domiciliario en una casa de Roma.
Según él, “los medios de comunicación fueron utilizados como un instrumento de justicia popular que intentó ensuciarme a mí y a la Casa Real que unió Italia”.
En la entrevista, el príncipe italiano critica a su hermana María Gabriela de Saboya y a su primo Amadeo de Aosta, a quien tilda de “un verdadero cobarde”.
“Se aprovechó de mi encarcelamiento para intentar apropiarse de mi título. ¿Ella? Ella no existe”, declaró.