Sylvester Stallone tiene 60 años, y se ha subido a los cuadriláteros durante 30 años desde que la primera película de “Rocky”, 1976, ganó tres Oscares en 1976, incluido el de Mejor Película.
“Rocky” obtuvo más de 117 millones de dólares, e instantáneamente hizo de Stallone un hombre acaudalado y famoso.
Sus siguientes tres películas de “Rocky” obtuvieron un promedio de 110 millones de dólares, pero para “Rocky V”, 1990, los seguidores de Stallone ya habían perdido el entusiasmo.
Esa película obtuvo 41 millones de dólares, y la mayoría de las personas dio por sentado que se había clavado una estaca en el corazón de la franquicia de “Rocky,” y no por casualidad, en el de la carrera de Stallone.
Stallone, quien describe a Rocky Balboa como un hombre que “va en contra del sentido común” y tiene “más voluntad que habilidad,” se negó a dejar morir a Rocky y resucitó su alter ego para una última pelea.
“Quería demostrar que tengo agallas a los 60,” dice. “Así es que no pudieron descartarme.”
De tal forma que para “Rocky Balboa,” que se estrena el 22 de diciembre en Estados Unidos, y la protagoniza y dirige Stallone, él volvió a concebir el personaje como un guerrero envejecido que “gana su tranquilidad, que en la vejez enfrenta las frustraciones de su juventud, sin gritar, en la única forma en la que sabe hacerlo: por medio de su cuerpo. Rocky ha sido un tipo que inflinge y recibe dolor, que purga dolores viejos”.
Si esto se parece en algo a la forma de ser del propio Stallone, bueno, no es ninguna sorpresa. Talia Shire, quien interpretó a Adrian, la esposa de Rocky en las anteriores películas, ha dicho: “Sylvester siempre metía cosas de su propia vida en sus películas”.
“Sólo porque la sociedad dice que soy viejo no significa que lo sea,” dice Stallone. “Estoy en busca de la felicidad, aún si hace infelices a las personas que me rodean. Claro que tomé decisiones equivocadas en mi vida, pero quiero una oportunidad más para hacer las cosas bajo mis términos”.

Esfuerzos en vano
Stallone no ha protagonizado una película exitosa en 10 años.
Durante toda esa racha estéril, se ocupó en intereses triviales, todos relacionados con su cuerpo, que siempre fue su moneda de cambio más que su actuación.
Escribió un libro sobre entrenamiento físico. Lanzó una línea de vitaminas y suplementos alimentarios llamada Instone.
Fue el conductor de “The Contender”, una serie de programas de realidad basada en el pugilismo. Publicó tres números de Sly, una revista de estilos de vida para caballeros de entre 35 y 55 años, con la ayuda de American Media, el editor de periódicos populares como The National Enquirer y The Star.
Tales empresas fueron un descenso triste para un actor cuyas cinco películas “Rocky” y tres “Rambo,” en las que Stallone fue el guionista o coguionista, generaron una ganancia de casi dos mil millones de dólares en todo el mundo, e hicieron que fuera el actor mejor pagado de su época, a razón de 25 millones de dólares la película.
Y entonces, en los años de 1990, la gente dejó de ir a ver sus películas y Hollywood dejó de pedirle que hiciera películas. El dice que nadie más que él mismo es responsable de eso.
El primer papel de Stallone, Rocky, pudo haber sido el mejor para él, pero le llegó por el camino difícil.
Recurrió a la actuación sólo después de que en preparatoria sus habilidades para el fútbol americano resultaron estar, en un solo intento, muy por debajo de los estándares del equipo clasificado nacionalmente de la Universidad de Miami.
1. fracaso
En 1990, la gente dejó de ir a ver sus películas y Hollywood dejó de pedirle que hiciera películas.
2. esfuerzo
Escribió un libro sobre entrenamiento físico. Lanzó una línea de vitaminas y suplementos alimentarios.
3. arreglo
Los productores contrataron a Stallone para interpretar a Rocky por 320 dólares a la semana.