Es cierto que debe su fama a un capo de la droga, pero Rafael Amaya ha logrado imprimirle tal diversidad de matices a su estelar en El señor de los cielos que ahora es uno de los actores mejor cotizados en la televisión de habla hispana.
A propósito de la transmisión de la cuarta temporada de esta producción, el mexicano compartió algunas reflexiones y experiencias que le ha dejado Aurelio Casillas, su personaje más reconocido hasta el momento.
Telemundo ya confirmó que en 2017 transmitirá una nueva temporada de esta serie y se rumora que Rafael podría producir una película al respecto.
Estaba en un hotel en Miami, en bermudas, tomando una cerveza sin alcohol, y tenía una conversación con Joshua Mintz (exejecutivo de Telemundo), quien me hizo la propuesta. Me pareció tan buena que decidimos firmar el contrato ahí mismo, en una servilleta, frente al mar.
Me ha dado mucho trabajo y, por consecuencia, me ha dado mucha fama. Al cielo de la fama, no sé... ¡pero a ver si me voy al cielo cuando me muera!
No sé, porque no los conozco. Yo soy un simple mortal como para decir quién se va al cielo y quién no.
¡Muerto!
Ninguna de ellas.
Sabrina Seara y Carmen Aub personifican a la novia e hija del actor.
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No lo sé, tendría que ir, y ya te diré cuando me muera.
Ha habido varios gobernadores que me reconocen por mi trabajo, no recuerdo quiénes son. No me interesa, yo no me involucro con política, no me interesa postularme para ningún cargo. Los que me felicitan son políticos, empresarios, de todo. La gente me felicita mucho, eso es lo que me interesa.
Una mezcla de las dos.
¡Hace cinco minutos!
(Suelta la carcajada)
¡No creo! No sería bueno.
Fernanda Castillo da vida a Mónica Robles, el gran amor de Aurelio.
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En mi casa.
Donde está la mala vibra, donde hay gente mala onda, cuando se sienten muchos diablitos alrededor.
A Joaquín Almeida. Acabo de trabajar con él en el crossover de ‘El señor de los cielos’ con Queen of the South (La reina del sur) para USA Networks. Es un señor que habla cinco idiomas, lleva casi 60 años de carrera y es todo un caballero. Recuerdo que tenía casi cinco hojas de diálogos, y cada vez que los decía, lo hacía en los cinco idiomas. ¡Es algo que jamás podría hacer! Llevo 20 años de actor y espero tener una carrera tan respetable como la de él.
Yo todavía no soy patrón, y no me gusta el concepto de patrón. Esto es arte colectivo, arte de todos. Sería muy egoísta, muy ególatra decir que yo soy el líder y el patrón.
Nada. No le diría nada.
La seguridad económica que tienen esos señores. No es per se, es la idea de lo que representan: seguridad, estabilidad, poder.
No podemos ir al cielo y al infierno, o uno o el otro. Hay señoras que me han dicho: “Me gustaría llevarte al cielo, al infierno, adonde quieras, te daría toda la pelea”, pero no sé quién me gustaría que me lo dijera porque, en vez de emocionarme, me voy a reír.
Fama, trabajo, la dicha de poder ayudar a mi familia, a mis amigos, de darle trabajo a más personas. Puedo presumir que somos un equipo de casi 500 personas trabajando en el proyecto, y eso me hace no querer fallar nunca. Esa es mi motivación diaria.
¡Claro! Y ahorita no hay nadie que nos gane.
Azul y con nubes. Cuando me muera no sé qué va a pasar, pero sea donde sea, si es el cielo o el infierno, me gustaría estar con mi familia, estar con ellos. Donde sea, aquí, allá, en medio, donde sea. Ahí quiero estar.