Las cosas le están yendo bien a Robert Pattinson, que protagonizó al conmovedor vampiro Edward Cullen en la serie de cinco películas, Crepúsculo, que ha recaudado más de 3,300 millones de dólares en todo el mundo y que lo convirtió definitivamente en estrella de Hollywood.
“He tenido algunos años surrealistas”, afirma Pattinson. “Cuando miro hacia atrás, pienso que más bien fui un espectador de todo lo que me sucedió. Tuve que desapegarme de mí mismo cuando todo esto estaba en auge, pues de lo contrario habría enloquecido”.
Hablando por teléfono desde Nueva York, Pattinson señala que la presentación que hizo en el estadio Olímpico de Múnich quizá fue la culminación de sus días como ídolo juvenil. El estadio estaba lleno de fans de los libros de Stephenie Meyer y de las películas, que explotaron cuando se presentó Pattinson. “No es una vida normal cuando 30,000 personas están gritando mi nombre, o simplemente gritando durante quince minutos, mientras yo estaba de pie en medio del estadio Olímpico”, comenta riendo. “No hay ninguna forma de racionalizar esto como actor. Es completamente extraño”.
Una generación de jóvenes saboreó a Robert Pattinson y su interpretación como el vampiro Edward Cullen en “Crepúsculo”.
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Su película más reciente gira en torno de otro actor, joven y sensual como el que más que, tristemente, no llegó a vivir lo suficiente para aclimatarse con la fama. Pattinson actúa en Life, interpretando a Dennis Stock, un fotógrafo de la agencia Magnum que en 1955 recibió el encargo de tomar fotos para un reportaje de la revista Life sobre un prometedor actor llamado James Dean (Dane DeHaan).
Basada en una historia de la vida real y dirigida por Anton Corbijn, también destacado fotógrafo, la película narra el viaje por carretera que hicieron los dos jóvenes de Los Ángeles a Nueva York y después a la granja en Indiana donde había crecido Dean.
Las fotos de Stock se volvieron legendarias, en parte por una razón que él no pudo prever: Dean murió en un accidente de auto pocos meses después, el 30 de septiembre de 1955. “Es una película simplemente muy buena, basada en un libreto muy sólido y ambientada en un periodo muy interesante de la historia”, precisa Pattinson. “Y yo diría que ha sido uno de mis papeles más interesantes. No es solo sobre su vida como fotógrafo.
Él es diverso y tiene un hijo, lo cual para mí fue un giro inesperado. No es el mejor padre del mundo, lo cual aporta a la película otro elemento y algo que generalmente no se ve en libretos para actores de mi edad. Es también una historia interesante sobre cómo se puede lidiar con los celos personales”, continúa Pattinson.
“Siempre pensé que esta película dependería mucho de quien fuera a interpretar a Dean”, afirma Pattinson. “Yo sabía que si elegían a alguien que se pareciera mucho a Dean, yo no podría hacer la película. Después seleccionaron a Dane para hacer de James Dean y respiré aliviado.
Él es un gran actor y además fue una maravillosa experiencia trabajar con un actor de mi misma edad”, concluyó Pattinson. Paradoja. Fue irónico que Pattinson, que se ha pasado la vida evadiendo a los fotógrafos de tabloides, interpretara a un fotógrafo que va a tomar fotos de una estrella de cine. Pero Pattinson hizo todos los esfuerzos posibles por ver el mundo desde el otro lado de la cámara. “Me ayudó sentir el peso de esta cámara anticuada”, afirma.
“Para los fotógrafos, la cámara realmente se volvía una parte del cuerpo. Dennis siempre cargaba con su cámara, por si acaso. Su cámara también era su escudo. Con la cámara en la cara, él tenía el control. Asimismo, era una época muy diferente a la actual”, agrega el actor.
“Se trataba de captar la luz y el humor, y no de tomar una fotografía instantánea para publicarla en línea”. Pattinson pasó algún tiempo en las oficinas de Leica en Londres conociendo y aprendiendo a manejar las cámaras de la época. En el estudio, él llevaba una Leica de 35 mm. “No soy el gran fotógrafo”, admite riéndose. “No creo que usted querría comprar mis fotos”.
Robert Pattinson entrevista al actor James Dean (Dane DeHaan) en 1950 en Los Ángeles como parte de una escena del nuevo drama “Life”.
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Concretó
Pattinson siempre tuvo en mente su carrera posterior a Crepúsculo, y durante la vigencia de la saga logró trabajar en Remember Me (2010), Water for Elephants (2011), Bel Ami (2012) y Cosmopolis (2012). Después de eso lo hemos visto en The Rover (2014) y Queen of the Desert, en la que interpretó a T.E. Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia.
Madurez
Pattinson acompañará a Al Pacino y James Franco en The Trap, acerca de un exconvicto decidido a vengarse. “Siempre me sorprenden los papeles que me llegan”, indica el actor. “Considero cada uno como algo especial. Son igualmente emocionantes y aterradores a su propio modo”. Ahora que ya tiene un poco de distancia, Pattinson, que actualmente está saliendo con la cantante británica FKA Twigs, puede tener un poco más de perspectiva sobre sus días no tan lejanos de ídolo juvenil.
“Ahora me parece casi absurdo”, asegura. “Lo que me hace feliz de ese tiempo es la reacción tan personal que tuvieron los seguidores hacia las películas y los personajes. Eso les salió del corazón. Sí pasé por un periodo en el que me sentía un poco estresado por eso”, continúa Pattinson. “Hubo momentos en que me sentí desconcertado”, admite. “Pero no podemos permitir que eso nos consuma. Simplemente hay que seguir con la vida y el trabajo”, asegura Pattinson.
Centrarse en su trabajo le ayudó a orientarse. “Siempre me ha encantado el cine”, afirma. “Ahora es cosa de trabajar con la gente que admiro y de encontrar los papeles más adecuados”.
Cuando se le preguntó si le preocupaba que lo encasillaran, el respondió: “Nunca. No debemos tener miedo a eso, pues no depende de nosotros. Me asombré cuando empecé a obtener papeles que no requerían que yo fuera vampiro. Entonces, mi trabajo fue hacer que la gente me aceptara en esos papeles”, finalizó.