Al construir una vivienda, los exteriores también son parte importante para que ésta pueda apreciarse como un todo de belleza y armonía. Patios, entradas con plantas, jardines delanteros o traseros, todos ellos deben conformar un conjunto bien estructurado. Durante el verano y cuando el calor arrecia contra la vivienda, estos espacios son los favoritos de la familia para reunirse a conversar y poder recibir un poco de frescura; por tanto estas zonas merecen el mismo cuidado que se le da al resto de la casa.
EL EXTERIOR DESDE TU VENTANA
Al decorar tus espacios externos, debes considerar la premisa que al observar los mismos desde una puerta o una ventana, éstos sean como una extensión de la decoración interior, ya que lo ideal es que ambas áreas de tu casa no se vean como dos ambientes separados y distantes el uno del otro.
La elección de los muebles, colores, texturas, estilo y la iluminación son indispensables para lograr un ambiente acogedor, agradable y refrescante no sólo para el cuerpo, sino también para la vista. Planea cada detalle de manera que te permita una buena vista, en lugar de bloquearla.
DOS ESPACIOS
Antes de elegir los muebles y complementos, debes saber primero que existen dos tipos de espacios exteriores: los que están total o parcialmente protegidos de los elementos climáticos, tales como balcones, pórticos o terrazas; y aquellos espacios que están totalmente en la intermperie: toldos, la piscina o los rincones del jardín. Para ambos escondites existen opciones de muebles, que además vienen en variedad de tamaños, estilos, y por supuesto, precios; todos aportando no sólo belleza sino diferentes funciones como para ahorrar espacio o para cubrir visualmente una zona.
Al adquirir una pieza, debes consultar sobre los tipos de materiales, de que está fabricada, si es resistente al clima y a la intemperie o si por el contrario, tienes que colocarlo bajo techo.