Sin embargo, no es lo mismo que pensó Hugh Jackman cuando llegó en el año 2,000 por la puerta grande, para interpretar el clásico personaje de Wolverine de la primera película “X-Men”, casi al mismo tiempo que protagonizaba con Meg Ryan la comedia romántica “Kate & Leopold” y “Sowrdfish” con John Travolta y Halle Berry. Díez años después, todavía sigue recaudando millones con el mismo rol de Wolverine (se viene otra versión para el 2013), mientras reparte su talento en Broadway o la animación del Óscar, además de seguir detrás de la acción del cine, con la nueva película ‘Real Steel’.
¿Es estresante llevar el peso de ser la estrella de cine que llama la atención de los éxitos y los fracasos? ¿Le gusta el caos de la familia en el mundo del espectáculo?
Yo tengo cuatro hermanos, así que estoy acostumbrado al caos (Risas). Me siento cómodo en un teatro o un estudio de cine, en medio de ese sentimiento de familia y caos. Me encanta, pero es un poco estresante cuando soy yo el que solo llama la atención, porque haga lo que haga, siempre va a estar expuesto mi nombre y eso crea un poco más de ansiedad.
¿La última frustración que sufrió en su carrera?
Después de la última película con Wolverine, estuve un poco frustrado. Había terminado con 20 libras de músculos y era muy difícil hacer algo diferente, por eso tuve que posponer el espectáculo de Broadway. Eso fue frustrante. Me gusta hacer teatro, porque no estoy a la merced del cine y así puedo alejarme de ese mundo. Igual quiero mantenerme en esos dos universos.
Más allá del perfil de símbolo sexual, es más conocido como un hombre de familia ¿Cómo disfruta el tiempo libre, dentro de su ámbito?
Ahora estamos por viajar a Francia, rentamos una casa. No tenemos demasiado tiempo, pero vamos a tratar de ir a la costa, nos gusta salir de viaje o campamento con mis hijos. Acampar es divertido.
¿Es una forma de buscar un lugar donde nadie lo conozca?
No, no, realmente no. No es para tanto. Yo no vivo en el mundo de Brad Pitt.
¿Aunque no lo paren para tomar una foto, no nota que la gente lo mira todo el tiempo, por saber quién es? ¿Siente esa atracción fatal de la fama, sin poder ir a un lugar, donde nadie lo conozca?
Te voy a ser honesto: No me molesta, por lo general. Imagínate vivir en una ciudad donde por lo menos, una vez al mes, hay un embotellamiento de tráfico. Así siento la fama. La mayor parte del tiempo, puedo ir tranquilo con mi auto y si me encuentro con un extraño embotellamiento, tampoco pierdo la cordura. Vivo en Los Ángeles, donde el tráfico es un infierno. Así vive Brad Pitt, yo no. Si quiero cierto deseo por la admiración de la gente, ya bastante lo consigo con el teatro, que es mucho más poderoso.
¿Viviendo en Los Ángeles o Nueva York, tan lejos de su país, no extraña Australia?
En los últimos dos años viajé muy poco. Estuve en la Navidad del año pasado y creo que fui en otro viaje, por publicidad. No volví más en estos dos años, porque había vivido dos años seguidos, para filmar la película “Australia”. ¿Cuándo fue? En el 2007/2008. Después, mis hijos empezaron la escuela en Estados Unidos, no pueden dejarla por la mitad. Así que básicamente no viajo tanto como quisiera.
¿Le gusta la idea de que sus hijos se crien en Estados Unidos?
Sí, los dos están en escuelas muy buenas. Claro que amo Australia. Y si fuera por mi, el centro del mundo del cine estaría en Sidney, pero mira: me siento bendecido con vivir ahora en una ciudad tan asombrosa como Nueva York. Me encanta Broadway, también. No puedo quejarme de nada con la vida que tengo.
Nadie tiene exactamente todo lo que quiere, pero en planos generales vivo genial. Mis hijos están bien cuidados y todavía seguimos conectados con nuestras raíces. Ahora, estoy seguro que mi hijo va a mudarse a Australia, cuando cumpla 18 años, porque me lo dice todos los días. Y yo voy a estar con él.
¿Trata de no malcriar a sus hijos? ¿Qué les enseña sobre el dinero, por ejemplo?
Les hablo muchísimo sobre el respeto a la gente. Y lo mismo pasa con el dinero. No hay que tenerle vergüenza al dinero, ni tenerle miedo. Tampoco quiero que gobierne mi vida, pero es importante entender la bendición que tenemos, en un país donde la cuarta parte de la población vive con menos de cincuenta dólares por día. Con mis hijos Óscar y Ava estuvimos con World Vision, en Cambodia, también los llevamos a Etiopía, para que conozcan el mundo en que vivimos y sepan lo bendecidos que están, pero más allá de eso, tampoco quiero que piensen que el dinero es todo, pero le tienen respeto, como respetan otras cosas. A esa edad ya es bastante, pero también es importante que salgan a trabajar para contribuir con el hogar cuando tengan 12 años. (Risas) Antes, no.
¿Los alentaría a sus hijos para que también sean actores como usted?
Yo amo la actuación y mi padre también me alentó mucho. El era contador para Price Waterhouse, algo bastante importante, pero si mis hijos sienten que quieren hacer lo mismo que yo, me encantaría si realmente lo aman porque creo que la gente se mete en la actuación cuando quieren ser famosos o por el dinero. Cosa que me sorprende, es una mala decisión, porque puede parecer que ese es el mejor camino y nunca funciona así, pero si a ellos les gusta genuinamente el trabajo y tienen talento, yo los voy a apoyar, absolutamente.
Siempre vemos las fotos que los paparazzis le sacan con sus hijos, como si fuera el padre perfecto...
Si hay una cámara cerca de casa, siempre voy a parecer el padre perfecto (Ríe).
¿Quiere decir que le costó intepretar al mal padre de la película “Real Steel”?
Deberías ver todo lo que tengo que editar en mi vida real como padre. No, la verdad, soy como un chico grande y como padre me encanta esa parte donde podemos dar permiso para jugar, pero claro, quiero pensar que soy mejor que mi personaje de Charlie. Debe ser duro, porque él no estuvo con su hijo los primeros diez años de su vida. Y lo que me gusta del rol, es que él hace lo imposible por evitar el título de ser padre. Llego al punto en su vida donde siente que fracasó tanto que es mucho más fácil dejar de participar, incluyendo el hecho de ser padre.
¿Es verdad que su padre en la realidad solía ser boxeador, además de contador?
Sí. Y creo que fue campeón en el ejército. Estaba en la armada británica y era el campeón de su división, pero en casa, se la pasaba tratando de que no nos pegáramos entre mis hermanos, así que no hablamos demasiado del tema, pero ahora que me estaba preparando para le película “Real Steel”, hablamos del asunto. Él ama el boxeo, igual que yo. Supongo que crecí apreciándolo.
En la película, el padre habla poco, pero hace mucho... ¿Así era la relación con su padre?
Sí, mi padre no hablaba demasiado. él trabajaba todo el día, era un padre soltero, con cinco hijos. Y me saco el sombrero con alguien así. Yo tengo solamente dos hijos y ya tengo bastante. Tengo muchísima más ayuda que mi padre. Es un hombre increíble. En las vacaciones, en época navideña, nos íbamos de campamento a la playa, en una carpa para cinco personas. Cocinaba para cinco. No debe haber sido nada fácil para él. No sé como hizo.
¿Diría que su padre ha sido la más grande influencia de su vida?
Desde el momento que tuve hijos, me di cuenta lo difícil que debe haber sido para él. Ciertamente aprecio todo lo que él hizo. Y se lo dije “Espero que sepas como aprecio todo lo que hiciste”. Y él me contestó “Bueno, no era lo mismo en aquel entonces, cuando con tus hermanos se la pasaban quejándose por limpiar o ayudar un poco” (Vuelve a reir).
¿Nos cuenta la experiencia de haber estado con Sugar Ray Leonard en la película de “Real Steel”?
Sí. Yo no lo podía creer. Es como una leyenda del boxeo y al principio, yo estaba un poco anonadado cuando loconocí, me sorprendió mucho. Primero que todo, se ve tan bien. ¿Nunca le pegaron? Se lo ve demasiado joven, lleno de energía y es muy abierto como persona. Hablamos muchísimo sobre la importancia de la relación que tiene el hombre de la esquina del ring, con el boxeador. él se la pasaba diciendome que yo debía tener una mirada especial. Sabíamos que del otro lado había un robot, pero no importaba. Sugar Ray dice que hay que verlos desde el rincón, como si fueramos su fuerza. Fue genial.
¿Y entrenó con Sugar Ray?
Sí, entrené un poquito, pero yo ya había empezado a entrenar para la película, para estar en forma, porque también es la mejor manera de mantener un buen físico. Igual quería mostrar que podía pegar un buen golpe y por eso trabajé con Sugar Ray. Y él me ayudó bastante.
¿Todavía sigue boxeando?
Sí, hago algo de entrenamiento. Hay un lugar llamado Aerospace en Nueva York que es fantástico porque te entrenan como si estuvieras preparándote para una pelea por el título, sin que te peguen como en una pelea. Y eso es lo bueno. Es muy popular. Hay muchas mujeres también, es muy famoso.
Parece haberlo logrado todo en su carrera ¿Cambiaría algo en particular?
No quiero ver la mitad del vaso vacío. El solo hecho de que me paguen por hacer lo que genuinamente hago, es algo que me asombra todos los días. ¿Me sale todo como quiero? No. ¿Puedo quejarme de algo? Seguro, pero no es el propósito de la vida amargarse cada vez más, sino ser mucho más agradecido. Y yo agradezco mucho, mucho, todo lo que tengo. Es algo que aprendí cuando hice “The boy from Oz” en teatro. Cuando estrenamos, las críticas eran terribles y parecía que había tomado la peor decisión. Pero después de un tiempo, finalmente aprendí que estoy en una posición afortunada donde puedo elegir, algo que definitivamente no tenía cuando recién había empezado como actor. Y cuanto más esté con aquellos con quien me siento mejor, la vida se torna mucho más fácil, si encontramos algún fracaso o si hacemos algo mal. Y esa lección, funciona para todo en la vida.