Qué verbos tan molestos son algunos que por su semejanza fonética facilitan su confusión al momento de conjugarlos. O quizá ni los podemos aplicar porque no tenemos la práctica adecuada en su uso. 'Prever' significa conocer algo o saberlo, naturalmente que con anticipación, por ciertas señales. También es disponer de los medios necesarios para prevenir posibles males.
Es un verbo que da lugar a ciertas confrontaciones con 'proveer', éste quiere decir suministrar, reunir lo necesario para un fin. Ambos son irregulares. La mejor forma de conjugar prever es haciéndolo igual que ver: yo vi ese problema, yo preví ese problema; ella ve su futuro, ella prevé su futuro.
Igual se presenta proveer, se conjuga exactamente como leer: Juan está leyendo mi novela, Juan se está proveyendo de lo necesario. Proveer tiene doble participio: proveído y provisto, y ambos se usan indistintamente como adjetivo o como verboide.
Pero para evitar errores, si usted no conoce muy bien la conjugación de estos verbos, use sinónimos. Para prever: prevenir, presentir, vaticinar, intuir, barruntar; para proveer: suministrar, abastecer, facilitar.
Otros verbos
La mayor parte de la gente dice: 'Alíniense, no desié eso, yo pelié en la guerra' y el oído común no detecta esta falsa diptongación.
Los verbos anteriores son alinear, desear y pelear y ninguno tiene diptongo; en consecuencia, su conjugación en los ejemplos expuestos es 'alinéense, no deseé eso, yo peleé en la guerra'. Por supuesto que como el hablante nuestro no está habituado a estos usos correctos, es natural que los encontrará extraños al oírlos.
Otros verbos resultan inusuales en algunas flexiones, como resarcir, -indemnizar, reparar un daño, que casi nadie lo aplica en primera persona en presente de indicativo: 'Yo resarzo todos los gastos': preferimos hacerlo en futuro perifrástico: 'Yo te voy a resarcir todos los gastos'.
'Estela se asió de una rama', 'Mis alumnos se asían al marco de la puerta', son frases con un sentido prácticamente extinto por el desuso. Nadie emplea 'asir', que es lo mismo que 'agarrarse de algo'. Pero de cualquier manera es un verbo vigente y no está demás intercambiarlo cuando sea necesario.
'Mi refrigeradora no hela', mal dicho. Primero, la refrigeradora lo que más hace es enfriar, luego la nevera enfría. Sin embargo, los frigoríficos tienen espacios para helar, es decir para congelar, solidificar un cuerpo, especialmente líquidos; en este caso diremos que la refrigeradora o el congelador hiela rápido y pronto tenemos muchos cubos de hielo. Helar se conjuga igual que negar: El juez niega mi libertad, el congelador hiela; el testigo negó haberme visto, el frigorífico heló en pocos minutos.
Bendecir y decir
A veces vacilamos al utilizar el verbo bendecir y no hayamos cómo hacer, si conjugarlos como decir. Aunque tienen una familiaridad semántica por derivación, hay entre ellos diferencias morfológicas. Decir tiene sólo un participio: dicho, que funciona como verboide, adjetivo y sustantivo; mientras que bendecir tiene dos: bendecido y bendito, el primero como verboide y adjetivo y el otro sólo como adjetivo, variables en género y número. Así decimos que Juan es bendecido por Dios, o que Juan es un hombre bendito, que Honduras ha sido bendecida por el Creador o que ésta es agua bendita.
No obstante el parecido entre decir y bendecir, éste cambia su conjugación en el presente de indicativo y el condicional: 'Yo diré un poema', 'Yo bendeciré mi hogar', 'Las personas dirían que yo vine', 'Los sacerdotes bendecirían mi hogar'.
En los demás tiempos estos dos verbos tiene la misma conjugación.
