Cuando acuden a sus puestos de trabajo, sus rostros y sus cuerpos se “difuminan”. Su imagen queda relegada a un segundo plano, sus gestos no son lo importante. Con un casco, ropa holgada, de espalda, con peluca o con barro en las botas, mantener una imagen femenina en profesiones a prueba de riesgo no es una cuestión prioritaria.
Laia Sanz ha sido la mujer mejor clasificada en la categoría de motocicletas del Rally Dakar 2011 con un recorrido por Argentina y Chile y diez veces campeona del mundo, además de poseer nueve campeonatos de Europa en la modalidad motociclista de trial. Pilar Hernán es jefa de bomberos de la comunidad de Madrid, España, y Amaya González es especialista de cine y acróbata.
Todas aceptan con naturalidad que su profesión no es muy común. Aunque pocas mujeres ejercen este tipo de trabajo, eso no las hace sentirse diferentes.
Grandes cualidadesA ninguna de las tres le gusta jugar con el peligro, aunque no las asusta el riesgo. La velocidad, la destreza y su capacidad física forman un trío imposible de desligar en su día a día, pero, resulta curioso, al oírlas hablar se descubre a tres mujeres pausadas, tranquilas, serenas.
Pilar Hernán, casada y con dos hijos, licenciada en Química, trabajaba en un proyecto del Centro Superior de Investigaciones Científicas español, reconoce que la casualidad la llevó a presentarse a las filas del Cuerpo de Bomberos, donde ahora dirige a los efectivos de la
Comunidad de Madrid, compuestos por 1,323 hombres y ocho mujeres. Afirma que en su profesión la destreza y la seguridad son más importantes que la velocidad.
A sus 25 años, Laia Sanz ha cumplido uno de sus sueños de infancia: participar en el Rally Dakar. Recuerda que, desde que tiene memoria, la apasiona el mundo del motor. “Mi padre es muy aficionado a las motos y a los autos. Era el ambiente que se respiraba en casa. A los cuatro años me subí en una y no me he bajado”, comenta.
Amaya González se dedica desde hace algunos años al mundo del espectáculo y el último lo ha pasado preparándose para ser especialista de cine.
Empleos riesgososPara Pilar, los riesgos son relativos, una decisión se puede estudiar durante más tiempo e incluso corregirla al día siguiente, “en un camión de bomberos se deben tomar decisiones más rápidas y sin conocer todas las variables”, comenta la jefa de bomberos. Reconoce que a ella lo que le gusta es “conseguir objetivos”, algo con lo que está de acuerdo la campeona de trial.
“Mi pasión por las motos tiene que ver con el mundo del motor, no está relacionada con la velocidad. El trial es un deporte reflexivo, de habilidad, en el que hay que controlar los riesgos. Conozco mis límites y no hago una maniobra mientras no tengo la seguridad de que saldrá bien. Soy bastante prudente y no juego con mi trabajo”.
Amaya señala que la seguridad es lo primero y es difícil que llegue a pasarle algo grave. “Un esquince, un corte o una pequeña quemadura, quizá. Creo que se producen más accidentes laborales en la construcción”, dice.
Mujeres que inspiranPilar relata que, aunque poco a poco se van superando ideas preconcebidas, aún hay personas que se siguen sorprendiendo cuando escuchan a una mujer decir que es bombero. “Cuando comento cuál es mi profesión encuentro cara de asombro en hombres y en mujeres”.
Para Laia Sanz participar en una prueba como el Dakar de este año ha sido un sueño hecho realidad.En deportes como el trial también existe una delimitación por sexos. “Mi caso ha sido muy raro y gracias a ello puedo vivir de esta profesión. He sido la primera mujer que se ha dedicado a esto profesionalmente, todo gracias al trabajo y a lo que he luchado”.
Amaya González explica que en su especialidad existen más “hombres que mujeres porque es un trabajo más físico. En las películas de acción, los protagonistas masculinos son los que tienen las escenas más arriesgadas. Pero siempre se intenta que sea una mujer la que doble a otra, por muy complicada que sea la secuencia”. EFE
