Unos cuantos lo recuerdan por su extraordinaria melena negra, otras -sobre todo féminas- por su baile de caderas al ritmo de Pavo Real, y la gran mayoría por su extraordinaria vitalidad.
José Luis Rodríguez González, más conocido como El Puma, cumple 70 años con una de las carreras artísticas más longevas del mercado latino y grabado en la memoria de varias generaciones.
Actor de telenovela, cantante, protagonista de anuncios o presentador de programas de televisión, el ídolo de jóvenes y no tan jóvenes coronó el 14 de enero las siete décadas, convencido de que le queda cuerda para rato: “Me retiraré cuando me muera”, ha sentenciado en varias ocasiones.
Confiesa su necesidad de “exprimir” el tiempo que le quede y seguir emprendiendo proyectos, El Puma disfruta desde hace tiempo de un retiro dorado en Miami y solo sale a la palestra para dar unos cuantos conciertos al año. Pero no siempre fue así, y es que ha estado “rugiendo” durante más de cuatro décadas.
Cuando no existía “El Puma”
José Luis Rodríguez González es el menor de 11 hermanos, de madre india venezolana y padre español (canario). Sus orígenes profesionales se remontan a Los Epis, un grupo que montó con tan solo 17 años.
Aunque duró solo dos años y no tuvo mucho éxito, esta agrupación le abriría las puertas de la famosa orquesta Caracas Bill’os Boys, una formación con la que estuvo sobre los escenarios cuatro años, y con la que alcanzó cierta popularidad por su especial forma de interpretar los boleros.
Tras abandonar esta orquesta traslada su carrera a la televisión, donde se dedicó en cuerpo y alma a la interpretación en telenovelas como El roble, Carolina, Sangre Azul o Una chica llamada Milagros. En esta última dio vida a un personaje apodado El Puma, que le dio fama y el sobrenombre por el que sería reconocido el resto de su carrera profesional.
En 1977 decidió probar de nuevo suerte en el mundo de la música con Voy a perder la cabeza por tu amor, de Manuel Alejandro, todo un éxito en Latinoamérica con el que se vio lo suficientemente seguro como para dar el salto al extranjero. España y Estados Unidos le esperaban con los brazos abiertos.
El Puma decidió trasladarse a Miami, donde reside desde entonces.
Consolidó su éxito musical con trabajos como Por si volvieras, Dueño de nada, Ven, Voy a conquistarte o El último Beso, Pavo Real, Señor corazón y Baila mi rumba.
Se postuló como candidato a las elecciones presidenciales de su país en 1993, aunque finalmente apoyó al candidato del partido de Acción Democrática (AD). El Puma es padre de tres hijas, dos junto a la también cantante Lila Morillo, Lilibeth y Liliana, y otra -Génesis- junto a la modelo Carolina Pérez.