Corría 1949. Una pelirroja buscaba triunfar, haciéndose un hueco como modelo o, mucho mejor, en Hollywood. Entonces, un fotógrafo le hizo un retrato subido de tono para esos años para el que posó desnuda sobre una tela de terciopelo rojo. El retratista le pagó 50 dólares de la época y, años después, llegó a convertir su foto en la primera portada de Playboy.
El fotógrafo era Tom Kelley y la modelo, cuyo retrato protagonizó cientos de calendarios de la época, era nada menos que una Marilyn Monroe de tan solo 23 años. Los 50 dólares de la época se transformarán en varios miles dentro de dos semanas, cuando el emblemático retrato salga a la venta.
La casa de subastas neoyorkina Swann Auctions ha puesto a la venta la imagen de la actriz, junto con algunas otras emblemáticas de grandes estrellas de Hollywood. Se estima que alcance entre 3,000 y 4,500 dólares.
El comienzo de la leyenda
En la propia web de la subasta puede leerse un comentario de Norman Mailer, que una vez escribió acerca de esta sesión.
El escritor y ensayista aseguraba: “Curiosamente, en algún sentido, ese desnudo que hizo Kelley sobre Marilyn se convirtió en el catalizador de la revolución sexual que le siguió poco después”.
Precisamente esa foto que ahora se subasta, fue portada del primer número de Playboy. Daile Kaplan, una de las especialistas de la casa de subastas neoyorkina, explicó que “Monroe llegó a Hollywood en 1946 y comenzó como modelo.
Posó para esta fotografía en 1949, y luego se usó en numerosos calendarios. Tenía el pelo más largo y de un color más natural, rubio rojizo. Cuatro años después, la imagen se usó para la edición inaugural de la revista Playboy y la ayudó a catapultarse al estrellato. Fue realmente la imagen que la lanzó”.
Todo objeto que haya pertenecido a la estrella causa furor en las subastas.