Autumn Kelly, una plebeya canadiense, y el hijo de la princesa Ana, Peter Phillips, se casarán mañana sábado en una fastuosa boda en Londres.
La novia abandonó el catolicismo para convertirse a la fe de la iglesia de Inglaterra, la anglicana, para que su futuro esposo no pierda sus derechos al trono. Aunque fuentes del palacio de Buckingham aseguran que la decisión es personal, han señalado que 'desde hace algunos meses recibe consejo pastoral en el castillo de Windsor'.
Cuando faltaba una semana para el enlace, y para sorpresa del palacio de Buckingham, el nieto mayor de la reina Isabel II de Gran Bretaña vendió una exclusiva a la revista Hola, edición en inglés, por 730 mil 600 euros, cerca de un millón de dólares.
Para los preparativos de boda, a la cual han sido invitados 300 familiares y amigos, los novios han reclutado la ayuda de Peregrine Armstrong Jones, el responsable de la organización de las nupcias de los Beckham.
La ceremonia religiosa se celebrará en la capilla de St. George del Castillo de Windsor, donde contrajeron matrimonio los condes de Wessex, y el banquete será en Frogmore, una majestuosa mansión del siglo XVII.
Autumn recorrerá el pasillo hacia el altar como una auténtica princesa con una creación de Fulhambase de la diseñadora Sassi Holford.
'Es de color marfil, ¡impresionante! No tengo ninguna intención de cambiarme durante el banquete', declaró recientemente.
Autumn ha manifestado también que 'pagará lo mismo que cualquier otra novia pagaría'.
