Lupita Jones, primera mexicana en ganar Miss Universo y figura histórica de los certámenes de belleza, volvió a colocarse en el centro de la conversación pública tras emitir nuevas declaraciones sobre Fátima Bosch, actual Miss Universo 2025.
Sus comentarios, realizados ante la prensa y retomados por distintos medios, reavivaron el debate sobre los estándares, la imagen y el comportamiento que se espera de una reina internacional.
Durante un encuentro con reporteros, Jones defendió su postura frente a las críticas que ha recibido por sus opiniones sobre Bosch, asegurando que “la juzgan de clasista” por señalar que una Miss Universo debe adaptarse al estatus y exigencias del título.
Aunque reconoció la naturalidad y frescura de la joven tabasqueña, insistió en que existen lineamientos implícitos que deben respetarse para representar adecuadamente la corona.
La controversia escaló cuando Jones cuestionó la participación de Bosch en una caravana navideña en Tabasco, donde la reina fue captada bailando y conviviendo con el público.
Para la exdirectora de Mexicana Universal, ese tipo de apariciones no corresponden al rol de una Miss Universo, llegando incluso a declarar que “Miss Universo no es ‘La Flor Tabasco’”. Sus palabras se viralizaron de inmediato y generaron reacciones divididas en redes sociales.
Mientras algunos usuarios apoyaron la postura de Jones, argumentando que la corona exige formalidad y proyección internacional, otros defendieron a Bosch, celebrando su cercanía con la gente y su estilo espontáneo.
Videos del evento muestran a la reina disfrutando del ambiente festivo, lo que para muchos representa una imagen más auténtica y moderna del certamen.
La discusión también se extendió a medios mexicanos, donde se retomaron las declaraciones de Jones y se analizó el choque generacional y conceptual entre ambas figuras.
Para algunos, la visión de Jones, de 58 años de edad, responde a un modelo tradicional de reinas de belleza; para otros, Bosch, de 25, encarna la evolución del certamen hacia perfiles más naturales y menos rígidos.
Por ahora, Fátima Bosch no ha respondido directamente a las críticas, pero su popularidad en redes continúa en ascenso, impulsada por quienes ven en ella una Miss Universo más cercana, diversa y representativa de las nuevas audiencias.