Siempre en el centro del huracán, así vive Lady Gaga y esta vez no iba a ser menos. La cantante se convirtió en el foco de atención durante una sesión fotográfica para Vanity Fair por las calles de Nueva York.
La camaleónica artista posó para la reconocida Annie Leibovitz en pleno Central Park con varios modelos que encajan a la perfección con su estilo excéntrico y atrevido y grandes dosis de elegancia y provocación. Por supuesto, los fans de la Mother Monster no se creían que ella, en carne y hueso, se encontrara a pocos metros de ellos.
Directo al suelo
Pero esta vez sus extravagantes atuendos y sus inmensas plataformas le jugaron una mala pasada a la cantante. Especialmente un diseño causó más polémica, pues fue el que acompañó a la artista en su viaje hasta... ¡el suelo!
Gaga estaba posando con un perrito caliente cuando perdió el equilibrio y se cayó. Eso sí, el perrito caliente quedó intacto aunque quien lo llevaba rodó por el piso.
La cantante fue auxiliada por sus asistentes y en lugar de mostrarse incómoda, saludó a la multitud y procedió a comer la salchicha como si nada hubiera pasado.