La actriz de Hollywood Jessica Biel sorprendió ayer, en el Festival de cine de Roma, con su actuación en el divertido remake de 'Easy virtue' de Stephan Elliott.
El filme, que concursa con otras 30 cintas, es protagonizado por la actriz estadounidense, quien no sólo conquistó al espectador con sus sofisticados diálogos, sino que se midió con eficacia al texto teatral original.
La comedia romántica, escrita en 1924 por el inglés Noel Coward y llevada por primera vez a la pantalla en 1928 por el maestro Alfred Hitchcock, divirtió al público del festival.
La película gira en torno a la llegada de la moderna e independiente estadounidense Larita Huntington, Biel, a la decadente y excéntrica familia aristocrática inglesa de su nuevo joven marido, el actor Ben Barnes, con el que se casó impulsivamente en Francia en un arrebato de pasión pocos días después de conocerlo.
Al interior
La historia de Larita, con un divorcio en su pasado y un escandoloso juicio por sospecha de eutanasia, fue ambientada magníficamente en los años 30, entre trajes ceñidos, sombreros elegantes y partidas de caza. Biel, aplaudida y elogiada, asediada por los fotógrafos y por los chismes de las revistas de corazón, ya que es novia en la vida real del cantante pop Justin Timberlake, admitió durante la conferencia de prensa que le 'tocó emigrar a Inglaterra' para que le dieran un papel femenino tan importante e inteligente.
La estrella de 26 años habló de su lucha por ser aceptada en la industria de Hollywood y dijo que haber posado en revistas masculinas cuando tenía 17 años dañó su credibilidad con algunos jefes de Hollywood.
Jessica tuvo algunos problemas con su novio, que enfureció al ver las escenas de sexo que grabó con el actor Ben Barnes.
