La cantante, que disfruta ahora de un gran éxito tras el lanzamiento de su último disco, no pudo contener las lágrimas durante el concierto que celebró el pasado sábado en Connecticut.
“Voy a cantar la última canción que he escrito sobre el amor. Un montón de cosas han cambiado desde entonces”, dijo la artista cuando los primeros compases de “One Love” comenzaron a sonar. La performance que acompañaba a la letra consistía en actores y bailarines que representaban los grandes amores y ex-parejas de la cantante, incluyendo a Sean Combs, Cris Judd, Ben Affleck y Marc Anthony.
El instante triste pasó cuando se proyectó una imagen de los mellizos de la pareja, Max y Emme. “Hay amor y otros tipos de amor”, dijo entonces la cantante.
No queda muy claro qué tipo de terapia es ésta para la cantante. Desde luego fue una actuación muy dura y difícil. Por eso, Jennifer de 42 años, confesó a los 10 mil aficionados que acudieron al concierto que ha “recorrido un largo camino, pero el amor es un viaje, no un destino”. Tras un largo silencio, la reina del pop latino se recuperó y pudo mostrarse optimista gracias al aplauso y la ovación de sus seguidores. Ahora, para ella, el amor son sus hijos.