La cámara enfoca el cuerpo de un desconocido sobre las aguas del Río Grande, una patrulla policial estadounidense recupera el cadáver de alguien cuyo anhelo de alcanzar el “sueño americano” se ahogó en las aguas que separan el territorio mexicano de EUA.
Así comienza el documental “Wich way home”, traducido como “Cuál es el camino a casa”, que el jueves a las 7.00 pm se estrenó en el auditorio dos del Centro Cultural Sampedrano, CCS.
Esta película, de la directora Rebecca Camissa y nominada al premio Oscar en la categoría Mejor largometraje, se presentó por primera vez en Honduras como parte del programa “Vistos a través de la luz”, con el auspicio de la embajada de Estados Unidos en Honduras.
La historia
El filme se enfoca en los niños centroamericanos y mexicanos que hacen el peligroso viaje hacia territorio estadounidense. Aunque el documental muestra las motivaciones de varios pequeños y el drama que sufren las familias que pierden a sus hijos en esta travesía, la historia se enfoca en Kevin y Fito, dos niños hondureños.
Sasha Weiss, productora que durante cuatro años trabajó en la realización del filme y que estuvo presente en la premier, comparte que la directora se enfrascó en este proyecto porque “en la prensa mucha gente hablaba con odio acerca de los inmigrantes y que lo que pasaba con la economía de Estados Unidos en gran parte era culpa de ellos. La idea era mostrar las razones por las cuales las personas deciden viajar y las circunstancias que las motivan”.
Este día de nuevo se presentará “Wich way home”, pero ahora en la UTH.
Ficción versus realidad
Weiss considera que “el panorama para los documentales en Estados Unidos está cambiando, en parte gracias a las producciones del cineasta Michael Moore”.
Lo define como “un tiempo de oro”, aunque “las películas narrativas siempre van a ser más populares porque son como un escape, y a veces la gente no quiere ver la realidad”.
“Wich way home” va más allá del simple viaje en el tren llamado “La Bestia”, expone las ilusiones, los conflictos sociales que motivan a estos niños a realizar el viaje, las frustraciones que viven en el camino y sus ideales de prosperar y ayudar a sus familias.
“Esperamos que el documental pueda despertar empatía en quienes tratan de entender por qué los niños deciden viajar hacia el norte”, dice Wiess.
Reto
Siete años de trabajo se resumen en 90 minutos de esta historia en la que Kevin, hondureño de 14 años de edad, se convierte en el alma de la cinta por su carisma y espíritu extrovertido.
La productora comparte que el objetivo era “que los niños se sintieran cómodos de hacer pública su historia. Contactamos a los padres de los menores de 18 años para obtener el permiso de trabajar con sus hijos”.
Luego de la nominación, Weiss asegura que se han abierto muchas puertas, pero “lo más importante es que más personas van a ver el documental. Necesitamos cambiar a una política que pueda proteger a los niños que viajan solos”.