El Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda de San Salvador, El Salvador, se prepara para albergar la gala final de la 72ª edición de Miss Universo, que se llevará a cabo a partir de las 8:00 PM hora local.
El recinto, que fue construido en la década de los años cincuenta, ha sido remodelado por completo para el encuentro de belleza. Las obras, que comenzaron en agosto de este año, han incluido la renovación de la estructura principal, la instalación de nuevos equipos y la adecuación del espacio para el espectáculo.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) también ha realizado modificaciones en las calles circundantes al gimnasio, con el objetivo de mejorar la accesibilidad para los asistentes.
Además de las obras de remodelación, el gobierno salvadoreño ha reforzado la seguridad en el recinto. Fuerzas policiales y militares han custodiado las instalaciones previo y durante la competencia preliminar.
La remodelación se inició meses antes de la utilización del gimnasio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que prosiguieron a tan solo unos días de la coronación de la sucesora de la estadounidense R’Bonney Gabriel.
En líneas generales, la estructura del Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda está compuesta principalmente por marcos de concreto y vigas metálicas de acero estructural.
Las más de 80 candidatas a Miss Universo 2023 realizaron sus ensayos previos a la preliminar en otro complejo deportivo cercano al Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda. No fue sino hasta el pasado 15 de noviembre que el Gimnasio Nacional finalmente abrió sus puertas tanto a las concursantes como a la prensa acreditada.
—El escenario de Miss Universo 2023—
El Gimnasio Nacional Adolfo Pineda, en la ciudad de San Salvador, alberga un escenario concebido por Julio Himede. Este diseñador ha basado su propuesta en las olas marítimas y en las emisiones energéticas y eléctricas de los volcanes, dos elementos que contrastan en el paisaje salvadoreño.
El diseño, meticulosamente elaborado por Himede, representa la fusión de dos paisajes opuestos presentes en el territorio salvadoreño: las potentes olas del mar y la intensidad de la actividad volcánica.
San Salvador ha estallado en júbilo.
El país más pequeño de Centroamérica, paralizado desde inicios de noviembre por la efervescencia de la 72ª edición de Miss Universo, vive uno de los momentos de mayor foco global.
Dejando de lado cualquier inquietud e inconformidad social, incluida la polémica en torno a la elección de Miss El Salvador, Isabella García-Manzo, los salvadoreños experimentan la euforia generada por el certamen, que por segunda vez en su historia tomó como sede su capital. Primero, la posibilidad de lograr una corona y ahora el evento en sí ha movilizado al país.
Todo San Salvador camina en el mismo sentido: hacia el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda. Cientos de personas con banderas y pancartas expresan su apoyo a las más de 80 candidatas al Miss Universo. Pero la presencia centro y sudamericana, está de más decir, es la más notoria.
