La fresa es una de las frutas que producen tentación y placer exquisito al paladar. Tanto su forma como su brillo, color y sabor la hacen especialmente atractiva en cualquier postre o platillo.
Constituyen el complemento ideal para acabar con un broche de oro una suculenta comida. Además, tienen un importante valor industrial, ya que se utilizan para elaborar otros muchos productos como batidos, helados, mermeladas, yogures o gelatinas.
'Esta fruta es de gran valor para el organismo, porque tiene propiedades interesantes, una de ellas es ayudar en la eliminación del ácido úrico', dice la nutricionista Danori Carbajal. Este beneficio se debe a la cantidad de ácido salicílico que contiene; ayuda a eliminar mediante la orina el exceso de ácido úrico que forman quienes padecen de artritis, reuma o gota. Las fresas también mejoran el funcionamiento del hígado, la vesícula y el riñón.
Alivia el estreñimiento
Es recomendable que quienes tienen problemas de estreñimiento y hemorroides las consuman en cantidades considerables, ya que los pigmentos, semillas o pepitas que las recubren no son digeribles y la celulosa y los fermentos actúan sobre el intestino, facilitando la eliminación de la materia fecal.
Esta fruta actúa como depuradora y desintoxicante, además, refresca y tonifica la piel. Con las fresas también se pueden realizar mascarillas, que mezcladas con otros productos funcionan como exfoliantes o hidratantes.
