La iglesia Santa Cruz se engalanó la noche del sábado en la misa en honor a Sophía Urcuyo, que cumplió 15 años.
Sus padres Paola y Ribelino Urcuyo prepararon el acto religioso para agradecer a Dios porque su hija llegó a la edad de los ensueños llena de dicha y con un futuro prometedor.
Selectos familiares y amigos llegaron hasta la pequeña iglesia de la colonia Tara, donde agradecieron al Creador por las bendiciones derramadas en la vida de la quinceañera, ataviada con un elegante vestido, como ameritaba la ocasión.
Minutos más tarde de las ocho de la noche, más de 300 invitados se congregaron en los salones del hotel Real Intercontinental, donde se ofreció una fiesta social.
Regocijo
Un impecable montaje de flores primaverales, como rosas de tonos llamativos y hortensias azules y verdes, enormes árboles secos y torres de cristal coronadas de abundantes plumas fucsia adornaron la estancia.
La decoración fue idea de Lucía Nasser, que creó dos estancias, los más jóvenes se ubicaron a un extremo y los adultos, a otro.
Cerca de las diez de la noche, los anfitriones junto a la cumpleañera agradecieron la presencia de sus más cercanos seres queridos, quienes alzaron sus copas para brindar por la dicha de Sophía.
Alegres ritmos contemporáneos fueron dispuestos por Soluciones Audiovisuales para hacer aún más ameno el convivio, que la festejada gozó a plenitud con sus compañeros de secundaria de la Academia Americana.
A las once de las noche, los invitados fueron sorprendidos con un show de danza garífuna, zancos y un ambiente estilo carnaval que se prolongó hasta el amanecer.
Sophía Urcuyo se la pasó de lo mejor y agradeció a sus progenitores por su celebración.
