Cuando está en una relación de noviazgo, ¿qué tan celoso se pone si ve a su novia platicando con alguien más?, ¿es de los que le dicen que no usen tal prenda o que no se junten con determinados amigos?
Si siente que le sube el coraje y se dedica a prohibir salidas o amistades, tenga cuidado, pues seguramente está tomando una espiral viciosa que llevará a su relación a un túnel de violencia, aún y cuando utilice expresiones como “por favor”.
Datos de la Encuesta Nacional de Violencia en el Noviazgo difundidos en México, señalan que 7 de cada 10 jóvenes revelan que han sufrido maltratos en el noviazgo por parte de su pareja.
Además, el 12 por ciento de los varones opina que se deben prohibir más cosas a las mujeres que a los hombres.
“Una cosa es sentir celos y otra querer controlar a la pareja, control es querer dominar”, asegura Miguel Villegas, director del Centro de Equidad y Género de la Facultad de Psicología de la Universidad de Nuevo León.
“En el caso de la novia a la que el novio le prohíbe u ordena, es necesario que ella pueda decir ‘no’ a lo que quiera decir ‘no’, sin miedo.
Que ella se sienta libre de decidir, libre de hablarle a quien quiera, de vestirse como quiera”.
Y es que para el especialista en tratamiento de hombres violentos a través de su grupo de ayuda “Los Forkados”, la violencia física es la última etapa de una relación de dominio, pues generalmente se empieza con sutilezas y peticiones muy amables.
Señales
Frases como “Mi amor, no se ponga esa falda” o “No me gustó verla con ese tipo” son signos de que se quiere tener un control del comportamiento de la otra persona. Es una agresión.
“No hay violencia pequeña, toda violencia deja un daño emocional”, expresa Villegas.
Las estadísticas señalan, asegura el psicólogo, que de los casos de violencia familiar que se registran, el 100 por ciento tuvo su origen en el noviazgo.
“Es errónea esa idea de que ‘cuando estemos juntos él va a cambiar’. Eso no sucede”, afirma.
Villegas encabeza un grupo de estudiantes de últimos semestres de psicología que sale a las escuelas y a la comunidad en general para ofrecer información para evitar la violencia en el noviazgo o en la familia, y que en el Centro de Equidad y Género ofrecen terapia a quienes lo solicitan.
“Trabajamos en abrirles los ojos a hombres y mujeres que viven la violencia, que no está bien que se golpeen, que un golpe nunca va a ser por amor”, comenta Ernesto González, uno de los estudiantes voluntarios.
“Hay que quitar esa costumbre de pensar que un golpe o un insulto o una limitante es por amor. Se trata de ir erradicando ese machismo”.
Para la estudiante Gabriela Vidaurri, la violencia en una pareja es el reflejo de una sociedad en donde las agresiones están a la orden del día, algo en lo que hay que trabajar para prevenir que el ser humano pierda la sensibilidad a las agresiones.
“Vivimos en una sociedad en donde al niño más chiquito le pegan por tirar un plato. Vivimos en una sociedad violenta”, afirma.
Como evitar los celos
-El hombre tiene que tener la capacidad de racionalizar sus sentimientos, los celos son reflejo de temor a perder a la persona amada.
-Si al evaluarse considera que podría estar en esta situación, rectifique y evite ser violento o grosero con sus palabras.
-Ser más tolerante y dejarle un espacio a su pareja ayuda mucho, evite ese impulso que le lleva a estar en todo momento controlando y preguntándole sobre lo que hace y con quien.
-De igual forma la ayuda profesional siempre es útil cuando las agresiones se han vuelto agravantes tanto para la pareja como los terceros que puedan estar o no involucrados.