El fallecido cantante de banda Valentín Elizalde, conocido como el “Gallo de oro” se confió, ya que es común la interpretación de narcocorridos por parte de este tipo de artistas, pero nunca había pasado nada.
Para la investigadora del Centro de Estudios Culturales del Museo de la Uabc y experta en temas relacionados con el narcotráfico y sus expresiones culturales, Lilian Paola Ovalle, en el asesinato del cantante sonorense se dieron dos situaciones poco comunes:
1. El hecho de que la interpretación del corrido se hiciera en contra del grupo delictivo Los Zetas, en su propio terreno, en Tamaulipas.
2. El asesinato, inmediatamente después de que salió del palenque, con lo cual el mensaje fue claro: no se va a soportar que se metan con esa banda, en su propia tierra y salgan ilesos.
“Fue inocente de su parte ir y cantarles a su misma zona. Es evidente que nunca pensó que lo iban a matar, ya que una cosa es la imaginación de los cantantes, que son ex presiones culturales y otra diferente que te asesinen por cantar, lo cual pone focos rojos para todas las personas que se dedican a interpretar ese tipo de música”, dijo.