Drea De Matteo ha sido la última celebridad en unirse al servicio de suscripción OnlyFans. Sus motivos han sido los mismos que han empujado a otras personalidades de la escena convencional a abrirse una cuenta en la plataforma: que supone una fuente de ingresos adicional muy jugosa como para dejarla escapar.
OnlyFans nació como una alternativa a las redes sociales tradicionales, sin censura y donde los creadores de contenido conservan un mayor control sobre su material, y rápidamente se convirtió en uno de los medios favoritos de las estrellas del cine para adultos.
Para ver las fotos y los vídeos que comparte De Matteo es necesario contar con una suscripción mensual o pagar por visionado, pero gracias la imagen de su perfil -donde aparece desnuda y que está disponible para todo el mundo- se puede intuir la naturaleza del contenido que comparte.
Su decisión ha supuesto una sorpresa para fans y compañeros de la industria en general porque a Drea se la coloca en esa categoría de intérpretes considerados ‘serios’ gracias a su participación en producciones como ‘Los Sopranos’, ‘Mujeres desesperadas’ o ‘Hijos de la anarquía’. Y al parecer, esa reputación es incompatible con cobrar por sus imágenes subidas de tono.
“Sé que algunas personas han dicho cosas desagradables sobre mi incorporación a OnlyFans. Pero, ya sabes, la forma en que lo vemos en esta casa es mamá es una guerrera, no aceptar la derrota”, ha asegurado De Matteo en una entrevista a Fox News.
La ventaja de esta nueva faceta de su carrera es que le permite trabajar literalmente desde el armario de su casa y pasar más tiempo con sus hijos, lo cual ha sido siempre su prioridad. “Sé que puede parecer una locura y puede sonar algo perezoso, pero soy una gran defensora de las madres que se quedan en casa y de las mujeres que realmente aman criar a sus hijos”.
De Matteo también ha lanzado una pulla a la misma parte de Hollywood que la critica afirmando que sus oportunidades como actriz se habían agotado en los últimos años. En opinión de De Matteo, ha sido condenada al ostracismo por su postura abierta en contra de la vacuna obligatoria de la COVID-19.
“Tengo 51 años. No sabía que iba a tener que cambiar de vida, que de repente, en una época en la que se supone que debería relajarme un poco, iba a tener que cambiar de profesión y pensar en cosas nuevas porque mi propio sector piensa que soy, ya sabes, una salvaje”.