El cónsul peruano acreditado en la capital, Pedro Julio Díaz, convocó a selectos amigos hasta su elegante apartamento de la capital donde ofreció un convivio de despedida, ya que regresa a su tierra.
El almuerzo fue entre selectos amigos que el diplomático atesoró durante su permanencia en la capital. Los allegados fueron recibidos con algarrobina, la tradicional bebida de Perú, propicio para un coctel como preámbulo del convite social.
Los asistentes al evento disfrutaron de la mejor música del país sureño, la que fue especialmente seleccionada por el anfitrión para deleitar a sus contemporáneos.
Pedro Julio Díaz regresará a Lima, Perú, el próximo 14 de marzo, al finalizar su período diplomático en Honduras. Residirá en su patria por tres años, según sus planes.