Que nadie se moleste en pedirle a Daisy Ridley que pose para una fotografía rápida si alguna vez tiene la suerte de cruzársela por la calle, porque la actriz se ha sumado al grupo de celebridades que han tomado la decisión de negarse rotundamente a esa petición tan habitual aun a riesgo de que les haga parecer unas maleducadas por su propia seguridad.
'Generalmente suelo decir: 'Lo siento, pero hoy no puedo'. No me gusta demasiado sacarme fotos y tampoco quiero que cualquiera pueda saber dónde me encuentro en ese mismo momento. Sé que la gente suele subir esos selfies a las redes sociales nada más hacerlos, así que lo tengo muy en cuenta a la hora de proteger mi intimidad', ha explicado en una entrevista a Radio Times.
La única ocasión en que la protagonista de la última trilogía de ' Star Wars' se plantea hacer una excepción es cuando se trata de sus admiradores más jóvenes: 'Con los niños es diferente, porque no van a poder publicarla automáticamente en algún sitio', ha apuntado para justificar que no sea capaz de decir que no cuando alguno de ellos se le acerca con cara de ilusión y un móvil en la mano.
Eso mismo le sucede a Emma Watson, otra actriz que rara vez se deja retratar en su día a día, pero que también es capaz de olvidar sus propias normas por los fans más pequeños de Harry Potter.
En su caso, Daisy no trata de pretender que su vida vuelve a la normalidad entre episodio y episodio de la franquicia, ya que en esos períodos de descanso sigue sintiendo la necesidad de 'esconderse en casa'. En una ocasión, por ejemplo, renunció a asistir a un espectáculo de Cirque du Soleil en el último momento por miedo a que alguien pudiera reconocerla.
'Sabía que aunque nadie me mirara, si una sola persona lo hacía, yo no estaría en condiciones de lidiar con esa atención. Así que no fui. Fue una pena, pero a veces tienes que escuchar lo que tu cuerpo te está diciendo', ha desvelado.