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Cita en el Room Service bar

  • 23 julio 2010 /

Fue una noche única y sorprendente para quienes tuvieron el privilegio de recibir la invitación vip para el primer Room Service Bar que organizó el hotel Real Intercontinental.

Fue una noche única y sorprendente para quienes tuvieron el privilegio de recibir la invitación vip para el primer Room Service Bar que organizó el hotel Real Intercontinental.

Más de 500 personas, caras conocidas de la sociedad joven de la ciudad, llegaron a compartir en un ambiente espectacular, creado sólo por una noche, para un público sumamente selecto y para demostrar que en SPS hay sitios exclusivos con temática internacional.

Los salones fueron transformados en un bar minimalista donde se fusionaron los colores negro y blanco en tres enormes graderías que llegaban hasta el alto techo del lugar.

Ahí se colocaron más de cincuenta salas lounge donde los asistentes estuvieron más cómodos y disfrutaron del estilo sofisticado de una noche sabatina diferente y con clase.

Creatividad

Desde las nueve de la noche se abrieron las puertas del imponente bar, cuya idea fue conceptualizada por Erick Vogel y llevada a la realidad por Fanny Hawit y un equipo de trabajo que hizo el montaje en dos días. Prácticamente un tiempo récord para lo imponente que quedó la propuesta.

El Room Service Bar además fue la cita perfecta para aquellas generaciones de alumnos de las escuelas bilingües más prestigiosas de la ciudad que egresaron años atrás y que disfrutan de sus vacaciones de verano en SPS.

Ahí, en medio de abrazos y hablando de la experiencia de estudiar en el exterior, se reencontraron y recordaron muchas vivencias.

El lugar también fue una excelente opción para quienes celebraban sus cumpleaños ese fin de semana y junto a sus más selectos amigos escogieron el evento para brindar y festejar.

Como era de esperarse, las dos barras de los más finos licores internacionales fueron insuficientes para atender a la gente joven que brindó y se la pasó de lo mejor en un ambiente sencillamente innovador.

Fue hasta las cuatro de la mañana que culminó esa noche de rumba y música electrónica.