El miércoles por la noche, los espectadores del show de Tony Kamo se convencieron de que la voluntad personal puede quedar a merced de la de otro.
El español logró que decenas de personas se acercaran al escenario y con ojos cerrados, piernas sin cruzar y las manos sobre los hombros, él, después de contar hasta 10, logró que la mayoría se durmiera; incluso muchos lo lograron desde su asiento. Kamo los despertó a todos, pero dejó a unos 15 espectadores sobre la tarima.
Tony consiguió que éstos simularan que tocaban un instrumento musical, que una chica tomara fotos, otra le ayudara a sostener su micrófono e incluso logró que una joven dejara su manía de comerse las uñas.
Luis Vides interpretó al maestro de la orquesta. Se puso los lentes para ver a todos sin ropa, montó a caballo y hasta le otorgó la tarjeta de crédito y el reloj al español, siempre bajo el mando de Tony. Vides contó que aunque no se acordaba de nada, se sentía relajado. 'Estoy bien, aunque no sé lo que hice. Todos se me quedaban viendo y se reían', contó. El público no dejó de sorprenderse con cada acto del hipnotista.