La noticia de que Amanda Bynes había sido hallada deambulando desnuda por las calles de Los Ángeles, el pasado mes de marzo, hizo saltar todas las alarmas en torno a su salud mental.
De hecho, un juez ordenó el ingreso inmediato de la antaño estrella juvenil en un centro psiquiátrico, en el que se sometió a diversas pruebas e incluso a una terapia de choque para atajar su último brote de conductas erráticas.
Esa estancia duró tres días y, tres meses después, la actriz estadounidense tuvo que volver a las instalaciones a raíz de una recaída de la que no trascendieron más detalles, al margen de que fue ella misma quien llamó a la policía para alertar de los problemas que atravesaba.
A principios de julio, Amanda Bynes recuperó su autonomía personal y empezó a asistir a sesiones diarias de terapia especializada, las cuales no habrían sido suficientes a juicio de la propia intérprete.
El portal de noticias TMZ asegura que la artista, de 37 años, ha ingresado ahora, y por iniciativa propia, en un centro de rehabilitación situado en Orange County, una de las zonas más exclusivas del estado, donde recibirá un trato más intensivo y personalizado y en el que también pernoctará. “Siente que necesita más ayuda de la que recibía antes. Y prefiere estar en un ambiente terapéutico, en vez de quedarse sola en su apartamento de Los Ángeles”, ha revelado una fuente cercana a la actriz.
Al parecer, su nueva residencia clínica le habría sido recomendada por los médicos que la trataron previamente, ya que bajo su criterio Bynes todavía se encuentra en un momento muy delicado a nivel psicológico, que podría suponer un peligro para ella misma y para quienes están a su alrededor.
Hay que recordar que la protagonista de ‘Hairspray’ arrastra un extenso historial de enfermedades mentales: en 2013, un juez decretó finalmente que la joven debía someterse a una tutela legal, gestionada por su madre Lynn.
La orden fue revocada el año pasado y, mientras estuvo en vigor, Bynes fue trasladada varias veces a un psiquiátrico de Pasadena (California), contra su voluntad.