18/04/2024
09:40 PM

Un Óscar que tardó 22 años

Los Ángeles, Estados Unidos.

Leonardo DiCaprio simplemente nació en Hollywood para brillar... literalmente.

Sin embargo, no había alcanzando su máximo esplendor hasta el domingo, cuando finalmente obtuvo el premio más importante de la cinematografía estadounidense: el Óscar como mejor actor.

Tras seis nominaciones a los premios de la Academia (una como mejor actor de reparto y otra como productor), su sufrible interpretación del cazador Hugh Glass, en El renacido de Alejandro G. Iñárritu, le valió su primer estatuilla dorada como mejor actor.

El premio llega más de 20 años después de su primera nominación, en 1994, por su actuación en ¿A quién ama Gilbert Grape? cuando solo tenía 19 años y era casi un desconocido en la industria hollywoodense.

HOLLYWOOD, CA - FEBRUARY 28: Actor Leonardo DiCaprio (L) and Kate Winslet attend the 88th Annual Academy Awards at Dolby Theatre on February 28, 2016 in Hollywood, California. Christopher Polk/Getty Images/AFP== FOR NEWSPAPERS, INTERNET, TELCOS & TELEVISION USE ONLY ==

Cuando DiCaprio fue anunciado como ganador, Kate se emocionó mucho y le rodaron lágrimas.
Travesía

DiCaprio llegó al mundo en Hollywood, California, el 11 de noviembre de 1974, y desde niño conquistó la pantalla chica y grande. Su papá George DiCaprio (un dibujante de cómics underground) y su mamá Irmelin DiCaprio se conocieron en la universidad. Ella decidió ponerle ese nombre cuando sintió su primera patada mientras veía una obra de Leonardo da Vinci.

Como sus padres se separaron cuando tenía un año de edad, Leo vivió en muchos barrios de Los Ángeles con su madre. Incluso hubo una temporada en la que creció con sus abuelos maternos en Alemania.

Tal vez, esas experiencias de vida lo hicieron madurar más pronto que el resto de los chicos de su edad. Y todo eso quedó volcado en las interpretaciones que realizó. El joven, que debutó en comerciales, participó en la serie Growing Pains e hizo su debut en el filme de terror Critters 3 (que se estrenó solo en video).

DiCaprio posa con Mark Rylance (actor de reparto), Brie Larson (actriz principal) y Alicia Vikander (actriz de reparto).
Una de ellas fue ¿A quién ama Gilbert Grape?, estelarizada por Johnny Deep, en la que dio vida a Arnie, un muchacho con un desorden mental.

Su interpretación dejó con muy buen sabor de boca a la Academia, así que se hizo merecedor de su primera nominación a un óscar en la categoría de mejor actor de reparto. Al final, Tommy Lee Jones se alzó con la presea por El fugitivo.

Esa noche no ganó, pero sería el inicio de la travesía en el que el nombre de DiCaprio, que dejó la escuela para dedicarse a la actuación, sonara constantemente en la industria del cine y las ceremonias de premiación.

Actress Julianne Moore (R) present the Oscar to Actor Leonardo DiCaprio for Best Actor in The Revenant on stage at the 88th Oscars on February 28, 2016 in Hollywood, California. AFP PHOTO / MARK RALSTON

Julianne Moore, ganadora del Óscar a mejor actriz en 2015, no pudo ocultar su emoción al entregar el premio al actor.
Fama internacional

Con sus dotes actorales claros, al igual que su valía para estar presente en historias complejas, Baz Luhrmann lo eligió para ser el galán de su obra filmada en México: Romeo + Julieta.

Ese fue su gran paso para convertirse en un artista triple A, puesto que el filme cosechó 147 millones de dólares en taquilla. Al final, esa cifra es risible comparada a la que logró su siguiente proyecto. De la mano del Rey Midas de Hollywood, James Cameron, Leo entró en los corazones del gran público con el personaje de Jack en Titanic. En su momento, esta fue una de las obras más premiadas de la Academia y la que más dinero reunió (1,843 millones de dólares). La cinta ganó 11 premios Óscar, incluyendo mejor película, pero DiCaprio ni siquiera fue nominado por su papel.

(L to R) Cinematographer Emmanuel Lubezki , Actor Leonardo DiCaprio and Director Alejandro Gonzalez Inarritu pose for a selfie with their awards on stage at the 88th Oscars on February 28, 2016 in Hollywood, California. AFP PHOTO / MARK RALSTON / AFP / MARK RALSTON

Emmanuel Lubezki, ganador del premio a la mejor fotografía por “El renacido”, se fotografía con sus compañeros Leonardo y Alejandro G. Inárritu.
Talentoso

No obstante, el actor no pretendía ser solo una cara bonita de Hollywood y comenzó a diversificar su carrera para mostrar su talento con cintas como Atrápame si puedes (2002) y Pandillas de Nueva York (2002), esta última marcó el inicio de varias colaboraciones con Martin Scorsese.

Pese a que la crítica alabó su actuación, la Academia seguía ignorándolo hasta que dos años más tarde llegó El aviador, que le valió su primera nominación como mejor actor; sin embargo, perdió frente a Jamie Foxx.

A esta se sumaron Diamante de sangre (2006) y El lobo de Wall Street (2013), pero el Óscar no llegaba.

Algunos expertos señalan que en todas esas ocasiones la competencia que tuvo era demasiado fuerte y, después de todo, no sería el primer actor talentoso que nunca haya ganado el reconocimiento; Peter O’Toole tuvo ocho y nunca ganó.

Foto: La Prensa

Leonardo llegó con su madre Irmelin, la mujer que ha estado a su lado siempre.
Sin embargo, también existe la creencia de que DiCaprio tenía una “maldición” (más bien una situación) con el gremio.

Se cree que a la Academia no le gustan los “niños bonitos”, como él lo fue, que también lo castigaban por los desplantes que recibió por no nominarlo por Titanic y que su relación con Scorsese, quien también ha sido ignorado muchas veces por los miembros, le acarreó mala suerte.

Y es que pese a haber trabajado con directores reconocidos como Christopher Nolan, Quentin Tarantino y Clint Eastwood, y con cintas que han llamado la atención de la crítica como J. Edgar, Django sin cadenas, Revolutionary Road y Los infiltrados, era omitido para la estatuilla dorada.

Pero el domingo todo ha cambiado: el actor cumplió con todos los pronósticos después de llevarse el Globo de Oro, el Screen Actors Wild Award y el Bafta como mejor actor por su participación en El renacido. Ya puede decir: “¡Soy el rey del mundo!”, como lo hizo sobre la proa de la recreación que James Cameron hizo del Titanic.