Nueva York, Estados Unidos.
A primera vista, Donald Trump es todo lo que le gusta a Wall Street: un millonario cuyo imperio inmobiliario ha aportado grandes negocios a los bancos y cuyas torres de lujo albergan a ricos y famosos.
Pero su sorpresivo éxito en la lucha para ganar la nominación republicana para la presidencia de Estados Unidos ha enfriado los corazones del capitalismo estadounidense.
La lista de temores es larga: un presidente Trump podría lanzar una guerra comercial con China; podría aumentar los impuestos a los ricos; podría interferir con la Reserva Federal sobre la política monetaria; las relaciones de la Casa Blanca con el Congreso podrían romperse por completo.
Trump “asusta a los mercados”, dijo Greg Valliere, estratega jefe de Horizon Investments. “Él es una gran incertidumbre, y a los mercados no les gusta la incertidumbre”. Las empresas están desconcertadas por los comentarios improvisados que hace Trump sobre asuntos cruciales de negocios y economía casi diariamente desde que lanzó su campaña electoral el año pasado: ha denunciado los altos salarios de los jefes ejecutivos, la codicia de los banqueros y las ventajas tributarias de los ricos administradores de fondos de Wall Street.
Trump también ha amenazado a la enorme cantidad de inmigrantes indocumentados, que permiten que las empresas estadounidenses cuenten con una gran oferta de trabajadores con bajos salarios.
A primera vista, Donald Trump es todo lo que le gusta a Wall Street: un millonario cuyo imperio inmobiliario ha aportado grandes negocios a los bancos y cuyas torres de lujo albergan a ricos y famosos.
Pero su sorpresivo éxito en la lucha para ganar la nominación republicana para la presidencia de Estados Unidos ha enfriado los corazones del capitalismo estadounidense.
La lista de temores es larga: un presidente Trump podría lanzar una guerra comercial con China; podría aumentar los impuestos a los ricos; podría interferir con la Reserva Federal sobre la política monetaria; las relaciones de la Casa Blanca con el Congreso podrían romperse por completo.
Trump “asusta a los mercados”, dijo Greg Valliere, estratega jefe de Horizon Investments. “Él es una gran incertidumbre, y a los mercados no les gusta la incertidumbre”. Las empresas están desconcertadas por los comentarios improvisados que hace Trump sobre asuntos cruciales de negocios y economía casi diariamente desde que lanzó su campaña electoral el año pasado: ha denunciado los altos salarios de los jefes ejecutivos, la codicia de los banqueros y las ventajas tributarias de los ricos administradores de fondos de Wall Street.
Trump también ha amenazado a la enorme cantidad de inmigrantes indocumentados, que permiten que las empresas estadounidenses cuenten con una gran oferta de trabajadores con bajos salarios.