Campesinos visionarios de la colonia 10 de Febrero de Choloma dejaron a un lado sus hamacas y tomaron las piochas y atarrayas para impulsar un ambicioso proyecto de cultivo de tilapia.
En medio del desempleo que los aquejaba y el alto precio de los alimentos, 45 labradores afiliados a la Empresa Campesina de Supervivencia 10 de Febrero decidieron, hace seis meses, impulsar el cultivo de alevines, lo que les significó una reducción en el costo de la canasta básica, una mejora en el nivel de vida de la comunidad y la creación de unos 100 puestos de trabajo.
Bajo la asesoría de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) obtuvieron asesoría sobre el cultivo de la tilapia y manejo financiero de las ganancias;posteriormente comenzaron los trabajos de excavación de una pila 20 metros por 25 de profundidad, la cual está casi lista para entregar más tres mil libras de este pez.
Hombres, mujeres y niños están entregados por completo al esfuerzo, y el resultado ha sido positivo; “el nivel de vida nos ha cambiado, porque al cultivar tilapia los precios son mejores, nosotros aumentamos nuestro estilo de vida”, explicó Alexander Romero, presidente de la empresa comunitaria.
Esta zona es una especie de Jardín del Edén, donde además existen diversos cultivos como plátano, granos, papayas y otros impulsados por ellos mismos.
“Nosotros no vamos al mercado a conseguir la verdura y el pescado, solo la tomamos fresco de las tierras, todo lo producimos”, agregó Romero.
La inversión inicial fue de unos 45 mil lempiras, pero por cada siembra de tilapia se invierten 25 mil lempiras para obtener 75 mil cada dos meses. La ganancias netas pueden llegar a los L50 mil. Los campesinos calculan que esta producción estará lista a finales de marzo.
Mercados
La venta de esta tilapia es rápida, ya que se vende en la zona, solo la colonia 10 de Febrero y las comunidades vecinas Boquitas y Morales suman cinco mil habitantes, que son quienes compran el producto a 22 lempiras la libra.
“Nos hemos enfocado en ofrecer mejores precios en el sector. Mientras que en el mercado la libra de tilapia cuesta más de 30 lempiras, la empresa la vende a 22”, explicó el líder de los campesinos.
Las ganancias obtenidas se reparten entre los propios agricultores, pero son las mujeres las más involucradas en el proyecto.
Araceli Ortiz, una de las cooperativistas, explicó que la producción de tilapia ha cambiado sus vidas. “Cada familia de esta comunidad está integrada por unas cuatro personas, esto para nosotros es grande, porque significa ingresos cercanos a un salario mínimo”, aseveró.
La meta de la comunidad es exportar tilapia, para lo cual tienen en agenda integrar tres pilas más, de mayor capacidad de producción, en los próximos meses.“Queremos demostrar que a pesar de este tiempo difícil podemos salir adelante y queremos desarrollarnos aún más”, finalizó el campesino Simón Estrada.
