El secretario de Agricultura y Ganadería, Héctor Hernández, reconoció ayer que los políticos quieren utilizar el plan de granos básicos -específicamente el bono tecnológico- para promover sus imágenes políticas previo al inicio de la campaña electoral de final de año y así obtener el voto de los hondureños.
El presidente de Banadesa, Mario Ramón López, reconoció también que al llegar el embarque de urea desde Venezuela, los políticos estaban tras el manejo, transporte, almacenamiento y distribución del fertilizante.
Lo irónico es que mientras los hondureños ruegan para que el plan de granos funcione y evite la hambruna pronosticada por los organismos internacionales, y mientras los productores corren en busca de ayuda para mejorar sus cultivos; los políticos, incluido el presidente José Manuel Zelaya, buscan levantar su imagen.
Hasta en los sacos de Banadesa en los que se reparte la urea por todo el país aparece un retrato del mandatario.
'En las últimas semanas, hemos tenido una presión fuerte de parte de los políticos que están haciendo puntos buscando favor para el voto en las elecciones internas', reconoció Hernández.
'Aunque ha habido presiones, he evitado que esto caiga en manos inadecuadas porque no quiero que se manche mi nombre', dijo por su parte Mario López.
Y mientras los políticos buscan la forma de hacer fiesta, los productores se quejan por la politización de la ayuda, lo cual pone en peligro el objetivo gubernamental de producir 23 millones de quintales de granos básicos este año.
Llamado empresarial
Ante esta situación y las constantes denuncias por las irregularidades que rodean el plan del gobierno, empresarios como el director de la Cámara de Comercio Industrias de Cortés, Ccic, Raúl Reina, consideran urgente crear un plan real de país para enfrentar la crisis alimentaria y energética.
Según Reina, la economía ha crecido, y el número de habitantes también pero 'el Estado como proveedor de bienes y servicios se nos ha quedado atrasado. Todavía no tenemos conciencia de que en este país debemos de tener un rumbo en materia económica, para dónde queremos ir a los próximos 15, 20 años, aquí estamos preocupados por la situación del aeropuerto de Tegucigalpa, y no estamos viendo la avalancha que se nos está viniendo encima con el incremento de los precios del petróleo', consideró.
La falta de seriedad del plan la evidencian también los empresarios al enfrentar el tema de reducciones de impuestos para los productos que permitan la reactivación agrícola. Mientras México y el resto de países de la región anuncian programas para promover e incentivar la producción agrícola, Honduras no puede seguir el mismo camino.
'Este país no puede implementar tales medidas, porque perjudicarán en forma directa a los productores nacionales que no reciben subsidios como en otros países', dijo el ministro.
Hernández dijo que serán nulas las repercusiones que tendrá en este país centroamericano la decisión del presidente de México, Felipe Calderón, de liberalizar la importación de algunos productos básicos.
'Nosotros no somos exportadores de granos básicos, a excepción del frijol rojo, que se mueve a nivel de Nicaragua y El Salvador y que es el mismo que consumimos los tres países', puntualizó Hernández.
El funcionario agregó que se necesitan por los menos otros 200 millones de lempiras para lograr cubrir a todos los productores con 240 mil bonos tecnológicos, ya que los fondos son insuficientes para todos.
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Cobertura
Hernández destacó que con los 300 millones de lempiras invertidos el gobierno sólo ha podido adquirir insumos, fertilizante y semilla para 205 mil bonos; ya que los costos de los mismos se han disparado pro el incremento en los precios internacionales del petróleo.
Harina
La caída del precio internacional del trigo sigue presionando a los molinos harineros hondureños para reducir sus precios a nivel nacional. Los panaderos serán citados en la Secretaría de Comercio, para buscar un consenso con los empresarios de la harina.
Producción
Un monitoreo realizado a nivel nacional, registra que en la actualidad hay 3.9 millones de quintales -sacos de 46 kilogramos- de maíz, 850 mil quintales de frijol y 600 mil quintales de arroz, este último importado en gran parte por empresarios molineros.
La cifra de hoy
30 mil millones de dólares
Dice la FAO que necesita el mundo anualmente hasta 2050 en agricultura para enfrentar la crisis.
