Tegucigalpa, Honduras.
La producción orgánica de cultivos agrícolas en Honduras se ha venido incrementando a un ritmo de 26% en la última década.
Entre las 26,892 hectáreas aptas para esta actividad se cosechan alrededor de 59,204.29 toneladas métricas, explica Carlos Galo, coordinador del Departamento de Agricultura Orgánica del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa).
Entre los cultivos orgánicos cosechados se destacan la piña, banano, mango, limón, hortalizas, naranjas, cacao, panela, café, pimienta, marañón, sábila, camote, tilapia y camarón, entre otros comestibles.
“Con la agricultura orgánica se producen alimentos sanos, libres de sustancias químicas sin contaminar el ambiente, eliminando todos los insumos y prácticas que los perjudiquen. Además que son económicos y nutritivos”, dice Galo. Para el experto, esta práctica promueve la autosuficiencia económica de los productores y las comunidades, reduciendo los costos de producción y preservando los recursos básicos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define la agricultura orgánica como un sistema de producción que utiliza al máximo los recursos de una finca, dando énfasis a la fertilidad del suelo y la actividad biológica, al tiempo que minimiza el uso de los recusos no renovables.
Utilizando la agricultura orgánica se generarán hasta 120 jornales por hectáreas al año.
La producción orgánica de cultivos agrícolas en Honduras se ha venido incrementando a un ritmo de 26% en la última década.
Entre las 26,892 hectáreas aptas para esta actividad se cosechan alrededor de 59,204.29 toneladas métricas, explica Carlos Galo, coordinador del Departamento de Agricultura Orgánica del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa).
Entre los cultivos orgánicos cosechados se destacan la piña, banano, mango, limón, hortalizas, naranjas, cacao, panela, café, pimienta, marañón, sábila, camote, tilapia y camarón, entre otros comestibles.
“Con la agricultura orgánica se producen alimentos sanos, libres de sustancias químicas sin contaminar el ambiente, eliminando todos los insumos y prácticas que los perjudiquen. Además que son económicos y nutritivos”, dice Galo. Para el experto, esta práctica promueve la autosuficiencia económica de los productores y las comunidades, reduciendo los costos de producción y preservando los recursos básicos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define la agricultura orgánica como un sistema de producción que utiliza al máximo los recursos de una finca, dando énfasis a la fertilidad del suelo y la actividad biológica, al tiempo que minimiza el uso de los recusos no renovables.
Utilizando la agricultura orgánica se generarán hasta 120 jornales por hectáreas al año.
