San Pedro Sula. ¿Quién manejará el fideicomiso?, ¿qué conviene más? La respuesta a la primera pregunta se conocerá en los próximos días y definirá el cierre de la nueva etapa entre Honduras y Venezuela en el marco de la iniciativa Petrocaribe; la segunda está sujeta al interés del país beneficiado, a los cambios o circunstancias que lo rodean.
Petrocaribe es una alianza de suministro de hidrocarburos entre algunos países del Caribe y Centroamérica con Venezuela, con el objetivo de comprarlos en condiciones de pago preferenciales.
Hasta febrero de este año, la reactivación de Honduras a Petrocaribe se daría sin ningún cambio significativo. Sin embargo, la comisión negociadora hondureña informó que las autoridades venezolanas pidieron que el fideicomiso (creado para administrar los fondos que derivan del acuerdo) que inicialmente había sido manejado por el Banco Central de Honduras (BCH) sea manejado por un banco de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) o en un banco comercial venezolano.
Los puntos de vista
Carlos Urbizo, analista económico, propone que Venezuela establezca un banco comercial en Honduras “para que cubra las necesidades que los bancos locales no atienden o lo hacen bajo condiciones muy onerosas”.
“El pueblo se beneficiaría, directamente, sin que meta la mano el Gobierno de Honduras, ni de Venezuela”, apunta Urbizo, en aras de la transparencia en el uso de los fondos.
No obstante, el experto considera que en todo caso la administración de los recursos de Petrocaribe corresponde al Estado de Honduras, siempre que las condiciones propicien el mejor uso de estos y exista la supervisión de las autoridades venezolanas.
Gabriela Núñez, expresidenta del BCH, indica que el fideicomiso público es responsabilidad de cada Estado. “Es el Gobierno hondureño el que se endeuda, entonces es el Estado el que tiene que decidir si lo administra a través del BCH o un banco comercial”, apunta.
“No se puede manejar allá (en Venezuela), porque la misma Ley Orgánica del Presupuesto lo prohíbe”, subraya.
Para Arturo Alvarado, exministro de Finanzas, lo ideal es que los fondos del crédito provenientes de Petrocaribe sean administrados por el BCH.
“Es un financiamiento que se tiene que pagar y (si Venezuela lo maneja) el país no tendrá acceso inmediato... los proyectos tendrían que pasar por la aprobación de una comisión venezolana; los recursos estarían afuera, entonces no tendría sentido”, sostiene.
El financiamiento
El viceministro de Industria y Comercio, Melvin Redondo, informó en su momento que Venezuela suministrará un promedio de 20 mil barriles diarios a Honduras y que se pagará en efectivo el 60% de la factura durante los primeros 90 días a partir de la fecha de recibo; en tanto, el 40% restante se cancelará en un plazo de 23 años a una tasa de interés de 2%, con dos años de gracia.
Honduras propuso que el pago pueda cancelarse en especie, es decir, mediante el suministro de servicios y productos hondureños.
En 2008, Venezuela prestó a Honduras, a través de Petrocaribe, unos $183.6 millones, (L3,488 millones). En tres años se ejecutaron $132 millones. El Gobierno actual dispuso de $51 millones, por lo que no quedan fondos disponibles.