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Las petroleras se ponen a dieta para controlar sus altos costos

  • 03 noviembre 2014 /

Las tres mayores petroleras occidentales tienen márgenes de ganancia más bajos que hace una década.

Nueva York, Estados Unidos.

La caída en los precios del pe­tróleo ha dejado a las grandes pe­troleras occidentales que cotizan en bolsa frente a frente a lo que en su momento hubiera sido una herejía: la necesidad de reducir su tamaño.

Incluso antes de que los pre­cios del petróleo en Estados Uni­dos comenzaran a descender a mediados de año a alrededor de US$80 el barril, las tres mayores petroleras occidentales tenían márgenes de ganancia más bajos que hace una década, cuando ven­dían su petróleo y gas por la mi­tad del precio, según un análisis de The Wall Street Journal.

A pesar de obtener una ga­nancia en conjunto de US$18.900 millones en el tercer trimestre, Exxon Mobil Corp., Royal Dutch Shell PLC y Chevron Corp. archi­varon sus planes de expansión y se están desprendiendo de opera­ciones con márgenes de ganancia reducidos.

La razón detrás del cambio es el creciente costo de extraer petróleo y gas. Exxon, Chevron, Shell y también BP PLC ganan por separado menos dinero ex­plotando hidrocarburos que hace 10 años. Combinadas, las cuatro empresas promediaron un margen de ganancia de 26% sobre sus ventas de petróleo y gas en los últimos 12 meses, com­parado con 35% hace una década, reveló el análisis.

Shell reportó la semana pasa­da que su producción de crudo y gas era menor que hace una déca­da y advirtió que es probable que siga bajando durante los próxi­mos dos años.

Chevron, cuya producción no ha registrado cambios en los úl­timos 12 meses, está retrasando importantes inversiones debido a preocupaciones de costos.

BP ha experimentado la reduc­ción más pronunciada, al vender US$40.000 millones en activos desde 2010, en gran medida para pagar los costos legales y de lim­pieza ligados al derrame petro­lero de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México ocurrido ese año.

Las empresas tienen la inten­ción de extraer más petróleo y gas en el futuro. Exxon y Chevron con­firmaron la semana pasada sus planes de impulsar la producción para 2017.

“Si retrocedemos una década, la idea de limitar el gasto porque el crudo estaba a US$80 el barril probablemente resultaría incom­prensible”, dijo Dan Pickering, co­presidente del banco de inversión Tudor, Pickering, Holt & Co. “La rentabilidad intrínseca del nego­cio ha decaído”.

Las grandes petroleras occi­dentales no son las únicas que se ajustan el cinturón. Las petroleras en todo el mundo han cancelado o aplazado proyectos por más de US$200.000 millones desde co­mienzos del año pasado, según la firma de inversión Sanford C. Bernstein.

En el pasado, la prioridad de las grandes petroleras era en­contrar y desarrollar nuevos ya­cimientos de petróleo y gas con la mayor rapidez posible, en parte para reemplazar reservas agota­das y en parte para demostrarles a los inversionistas que podían seguir creciendo.

Pero la magnitud de las ener­géticas ha significado que sólo los proyectos enormes y comple­jos —además de costosos— son lo suficientemente grandes para marcar una diferencia en sus re­servas e ingresos.

Exxon, Shell y Chevron han ido detrás de grandes depósitos de energía desde las arenas bitu­minosas al oeste de Canadá hasta las frígidas estepas de Asia Cen­tral. También están perforando en mayores profundidades en el Golfo de México y construyendo plantas para licuar gas natural en una remota isla australiana. Las tres firmas desembolsaron un total de US$500.000 millo­nes entre 2009 y 2013. También gastaron tres veces más por ba­rril que rivales más pequeños que se centran en las formaciones de esquisto en EE.UU., que son más fáciles de extraer.

La producción de algunos de las mayores iniciativas aún no se ha materializado. Mientras la in­versión de las seis mayores pe­troleras en proyectos para explo­tar petróleo y gas aumentó 80% entre 2007 y 2013, su producción conjunta de petróleo y gas des­cendió 6,5%, según JBC Energy Markets.Sin embargo, varios grandes emprendimientos debe­rían comenzar a operar dentro de un año, lo cual según algunos analistas podría mejorar el flujo de caja y las ganancias.

Durante décadas, la indus­tria energética dependió de lo que el director general de finan­zas de Shell, Simon Henry, llama su “pasado colonial” para obte­ner acceso a reservas petrole­ras de bajo costo y alto volumen en lugares como Medio Oriente. En los años 70, sin embargo, los gobiernos comenzaron a lograr más concesiones en sus negocia­ciones con las empresas.
No obstante, las petroleras si­guieron intentando producir más crudo. A fines de los 90, “hubiera sido inaceptable decir que la pro­ducción bajaría”, dijo Henry.

Shell tiene “alrededor de un tercio” de su “balance en acti­vos con un retorno de 0%”, afir­mó su presidente ejecutivo, Ben van Beurden, en una entrevista reciente. Los proyectos de Shell deberían arrojar un margen de ga­nancia de al menos 10%, añadió. “Si eso significa negocios signifi­cativamente menores, entonces estoy preparado para hacerlo”.

Shell canceló a fines del año pasado un proyecto de US$20.000 millones para con­vertir gas natural en diésel en Luisiana, EE.UU., y este año dejó en suspenso un proyecto gasífero en Arabia Saudita.

La empresa anglo-holandesa también ha reducido su perfora­ción de proyectos de esquisto en EE.UU. y Canadá, y abandonó sus metas de producción.

Este año, Exxon dejó que ven­ciera una licencia en Abu Dha­bi, donde había extraído crudo durante 75 años y vendió una participación en un campo pe­trolero en el sur de Irak porque no ofrecía retornos lo suficien­temente altos.
Chevron, que planeaba ele­var la producción para 2017, ha reducido sus proyecciones y postergado planes de desarro­llar un yacimiento gasífero en el Reino Unido.

Aunque las operaciones de re­finación han reducido el impacto de los menores precios del petró­leo, las compañías indicaron que podrían asumir más deuda si el precio del crudo sigue cayendo.

“No estamos preocupados en sentido temporal”, dijo Patricia Yarrington, directora de finan­zas de Chevron. “Obviamente no podemos hacerlo por mucho tiempo”, agregó.