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La capacidad ociosa, dato clave para la Fed

  • 10 agosto 2014 /

En los cinco años desde el co­mienzo de la recuperación, esa capacidad ociosa se ha reducido bastante, pero no por completo, según muchos indicadores.

Nueva York, Estados Unidos.

Fábricas estadounidenses que estuvieron inactivas durante la recesión han vuelto a operar. Edi­ficios de oficinas y apartamentos tienen menos vacantes. El desem­pleo está cayendo mientras que los sueldos y las prestaciones mejoran lentamente. Todas son señales de una economía que aún se recupe­ra de un profundo bajón que creó mucha capacidad ociosa en la economía, la brecha entre los recursos disponibles y aquellos que son utilizados.

En los cinco años desde el co­mienzo de la recuperación, esa capacidad ociosa se ha reducido bastante, pero no por completo, según muchos indicadores. Las condiciones no han vuelto del todo a la normalidad previa a la crisis financiera de 2008.

La amplitud y la velocidad de este progreso son importantes para la Reserva Federal en mo­mentos en que evalúa cuándo em­pezar a subir las tasas de interés de referencia. Si la brecha se cierra rápido, las presiones inflacionarias podrían aumentar antes de lo pre­visto. Las empresas podrían tener que elevar los precios para cubrir los costos de agregar turnos de trabajo y contratar más personal, y un mercado laboral más fuerte podría, a su vez, acelerar los incre­mentos salariales.

No obstante, si la capacidad ociosa continúa su lenta disminu­ción las alzas de precios probable­mente se mantendrán moderadas, lo que permitiría al banco central estadounidense sostener las tasas bajas por más tiempo.

Los funcionarios de la Fed, en particular su presidenta, Janet Yellen, y sus aliados, han hecho énfasis en la capacidad ociosa del mercado laboral. Citan cifras que sugieren que hay bastante margen para mejorar, como una tasa de desempleo aún alta de 6,2%, la gran cantidad de personas que trabajan a medio tiempo, pero que dicen que preferirían trabajar a jornada com­pleta y el débil aumento salarial de los últimos años.

Estos funcionarios están a fa­vor de mantener la tasa de interés de corto plazo cerca de cero hasta bien entrado el próximo año para estimular un mayor crecimiento, lo que debería crear más empleos e impulsar los sueldos. “Una gama de indicadores del mercado labo­ral sugiere que sigue habiendo una considerable subutilización de recursos laborales”, afirmó la Fed en un comunicado tras su última reunión, reflejando un consenso.

Algunos en la Fed, sin embargo, dicen que la economía ha recupe­rado tanto terreno que podrían tener que elevar las tasas de inte­rés a principios de 2015 o incluso a fines de este año para prevenir un alza inflacionaria. “La economía está alcanzando nuestro destino deseado más rápido que lo que imaginamos”, dijo el mes pasado el presidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas, Richard Fisher.

Otros sectores de la economía pintan un panorama más mixto, en el que algunos muestran una me­joría desde el punto más bajo de la recesión y otros no tanto.

Por ejemplo, la medición men­sual de la producción industrial de la Fed indica que los fabri­cantes, mineras y empresas de servicios públicos del país han recuperado la mayor parte, pero no todo, el terreno perdido. Uti­lizaron 79,1% de su capacidad en junio, un aumento considerable frente al nivel más bajo registra­do durante la recesión, de 66,9% en junio de 2009, y por debajo del promedio de 80,1% entre 1972 y 2013. Esos sectores combinados representan un poco más de una décima parte de la actividad eco­nómica de EE.UU.

Las tasas de vacancia de ofici­nas se encuentran en 16,8% en el primer trimestre de 2014, aún por encima del promedio de 15,4% re­gistrado entre 1985 y 2005.

En cambio, los centros comer­ciales han tenido un mejor desem­peño, algo que quedó reflejado en los resultados de Retail Properties of America Inc. El portafolio de propiedades del operador de cen­tros comerciales estuvo 93,5% lle­no al final del segundo trimestre, dos puntos porcentuales más que un año atrás, dijo su presidente ejecutivo, Steve Grimes, la semana pasada.

“Si bien prevemos que habrá algo de volatilidad a medida que progresa la recuperación, creemos que la economía continúa movién­dose en la dirección correcta”, afirmó.

En el mercado de apartamen­tos, que se benefició del aumen­to de la demanda de viviendas de alquiler después de la crisis inmo­biliaria, las tasas de vacancia ca­yeron a 4% en el primer trimestre, frente al promedio de 5,6% entre 1985 y 2000.
No obstante, la inactividad puede disminuir ya sea porque la demanda sube o la capacidad se reduce, como cuando las empre­sas cierran fábricas o las aerolí­neas eliminan rutas. De cualquier forma, un posible resultado es más poder para fijar precios.

La Fed ve la baja inflación de los últimos años como un síntoma de la capacidad ociosa. Su indicador preferido de la inflación ha estado por debajo de su meta de 2% desde hace más de dos años. Reciente­mente ha ganado fuerza y se ha acercado a esa meta, lo que repre­senta otra señal de la reducción de la capacidad ociosa.


Sin embargo, la Fed enfrenta un problema: la inactividad en el mercado laboral es más difícil de medir. Los funcionarios concuer­dan en que el panorama laboral mejora más rápido de lo previs­to, pero difieren en cuánto más tiene que avanzar antes de que la inflación suponga un riesgo. La Fed vería con buenos ojos un mayor crecimiento salarial por un tiempo, pero si el aumento es demasiado pronunciado y otras mediciones muestran una pronta reducción de la capacidad ociosa en toda la economía, el debate so­bre cuándo subir las tasas podría cambiar rápido.